“Las escaleras se hacían interminables”: hincha de Talcahuano y cómo evacuó desde el estadio de Avellaneda
21 de Agosto 2025 | Publicado por: Nelson Ojeda
Ignacio Leiva fue uno de los miles de fanáticos de la Universidad de Chile que vivió uno de los episodios más lamentables del fútbol sudamericano. El trayecto entre la galería y la calle fue de unos 20 minutos.
Fueron cerca de 20 minutos que bajo la percepción del momento parecieron ser mucho más. Eso fue lo que demoró, aproximadamente, Ignacio Leiva en poder evacuar el Estadio Libertadores de América de Avellaneda, durante la noche de este miércoles.
Oriundo de Talcahuano, fue parte del grupo de más de 3 mil hinchas de la Universidad de Chile que llegaron al recinto trasandino para el cotejo de los azules contra Independiente.
En conversación con Diario Concepción, Leiva relató que los problemas entre ambas aficiones comenzaron en el primer tiempo con el lanzamiento de proyectiles. Luego de eso vino la información poco clara.
“En los parlantes del estadio alguien hablaba pero no se entendía nada. Era como un balbuceo. De ahí, por la experiencia de años visitando estadios, yo y otros más nos dimos cuenta que estaban diciendo que teníamos que evacuar”.
“En eso llegaron los guardias y nos dijeron que debíamos esperar a la policía para realizar la evacuación. Con otras personas evaluamos que lo mejor era salir de inmediato, sino después sería peor, esto te lo da la experiencia de llevar años yendo a ver fútbol”.
En su relato el fanático de la “U”, agregó que “al salir de la bandeja venía el pasillo y las escaleras. Eso fue terrible. Estábamos en un piso 5 y las escaleras se hacían interminables, estrechas, entre tanta gente arrancando, parecía que no terminaba nunca. Entre la gente vi hasta embarazadas y niños”.
A eso se sumó el actuar de la fuerza policial. Según el profesional oriundo del sector Las Higueras, la policía tiró gases lacrimógenos y golpearon con bastones a los chilenos sin medir identificación o presunta responsabilidad en los desórdenes.
Leiva, además, fue testigo del momento en que un hincha del equipo chileno cae desde la bandeja superior producto del ataque de la facción local.
“Yo iba con un amigo y su hijo de 8 años. Nos abrazamos entre los 3 y yo con una chaqueta trataba de cubrirlos mientras salíamos. Creo que porque vieron al niño la policía no nos pegó. Al salir por completo los perdí y me acerqué a una avenida principal. Un taxista gritó ´Obelisco´y tomé el auto. El mismo taxista me decía que había que salir de Avellaneda lo antes posible antes que el grueso de la barra de Independiente saliera el Estadio”, concluyó Leiva una vez que aterrizó esta mañana en Pudahuel.