El niño francés que quita el sueño a la NBA

11 de Noviembre 2020 | Publicado por: Samuel Esparza
Fotografía: Facebook Víctor Wembanyama

Víctor Wembanyama, es el nombre del prodigio francés de 16 años, 2,19 metros de altura y 2,31 de envergadura, que quita el sueño a los clubes de la NBA. Restan unos días para que se celebre el draft de 2020 y ya es el gran favorito para ser el número 1 en la edición de 2023, la primera a la que por edad se podrá presentar. “Puede decirse que es el mejor proyecto de jugador que hay en el mundo independientemente de la edad”, asegura Mike Schmitz, especialista del draft de Espn.

Hace ya tres años que los veedores de la NBA siguen la pista a Wembanyama, jugador que pese a su altura, corre la pista de manera increíble, tiene muy buena mano, es un privilegiado técnicamente, tapona con gran facilidad y juega en posiciones exteriores. “Tiene una destreza y una técnica extraordinarias para un jugador tan alto. Hace pases sin mirar, dribla y tiene una gran visión del juego”, cuenta Pascal Donnadieu, entrenador de su equipo, el Nanterre 92.

Nacido en Le Chesnay, un pueblo a 20 kilómetros de París y cercano a Versalles, Wembanyama probó como portero de fútbol y practicó judo, pero el baloncesto siempre estuvo presente en su vida. Su madre jugó en el Stade Français y le guio en sus primeros pasos entre canastas a los cuatro años. Su padre fue saltador de longitud, alcanzando los 7,41 metros como mejor marca. Su hermana, Eve, milita en el Asvel y fue campeona de Europa U16 en 2017. Su hermano, Oscar, se decantó por el balonmano.

A los 10 años, el prometedor Víctor, que ya se acercaba al 1,90, recaló en el Nanterre 92, donde tienen tacto con los jóvenes. Allí han ido puliendo la joya a pesar de las tentaciones del exterior. “Por el momento no me interesa el aspecto financiero. Estoy en la fase en la que necesito progresar lo máximo posible. Manejar el dinero no es mi responsabilidad, sino de mis padres”, comentaba con madurez en una entrevista en L’Equipe.

El octubre de 2019 se convirtió en el segundo jugador más joven en debutar en la Eurocup. Tenía 15 años, nueve meses y 25 días. Disputó tres minutos a lo largo de dos partidos en los que ni llegó a lanzar a canasta. En febrero de este año, en el Adidas Next Tournament de Kaunas, con jugadores dos años mayores, promedió 15,8 puntos, 12 rebotes, seis tapones y 30 de valoración. Esta temporada, gracias a un contrato especial que permite la Federación Francesa para sus mejores proyectos, disfruta de una doble licencia que le da la posibilidad de jugar tanto con el Nanterre 92 como con el Pole France, equipo de la Nationale Masculine 1. Con su equipo sólo ha jugado un partido en la Jeep Elite. Con los juniors, con los que va sobrado, promedia 15,5 puntos, 16 rebotes y 5,5 tapones. Y en su debut en la que sería la tercera categoría del baloncesto galo, con jugadores que le doblan la edad, se estrenó recientemente con 22 puntos, 10 rebotes, siete tapones y 32 de valoración.

Recientemente se subió un video a las redes sociales en el que se ve a Wembanyama entrenando junto a Vincent Poirier, jugador de los Celtics, y Rudy Gobert, pívot de los Jazz y mejor defensor de la NBA en las dos últimas temporadas, al que supera en algunas acciones. Wembanyama reconoce que “el draft es una meta, pero no se puede planear tan a largo plazo. Está tan lejos que ahora mismo es ficción. Mi objetivo no es ser el número 1, sino ser el mejor jugador posible en la NBA“. Aunque advierte: “Mi objetivo siempre es ganar todo sin excepción. Ese deseo de ganar es natural. Odio tener a alguien por encima de mí”.