“Pata Bendita”: el crack que pagó el hincha lila y marcó 358 goles

“Era mucha ventaja jugar con el Pata Bendita. Podía estar solo arriba, le tirabas un pelotazo y tenía muchos recursos”, recuerda su compañero Julián Urrizola. La historia de Osvaldo Castro es curiosa: “jugaba en La Calera con Saavedra, una tremenda dupla, y todos los clubes se lo querían llevar”, cuenta el exdefensor. Deportes Concepción pagó 150 mil escudos, precio elevadísimo para la época, y un tercio de ese monto lo pusieron los propios hinchas. Sí, con aportes y eventos, a la antigua. El 28 de enero de 1969 llegó al club.

No era fácil tomar el relevo de Pagani, pero Castro empezó rápidamente a marcar goles. El ‘70, con Fabres como compañero de ataque, logró 36 conversiones superando a Messen, Zárate, Beiruth y Caszely. A todos. Urrizola detalla que “todos se quedan con su tremendo remate de zurda, pero también era muy rápido y hábil. Podía ir por el centro o por la izquierda. Estaba sobre la media… ¡Cómo le pegaba! No se quedaba entrenando tanto ni perfeccionando de más, creo que su pegada era natural”.

Con Chile eliminado del Mundial del ‘70 se buscó una renovación y Castro estaba en ese grupo. Ese año, el 11 de marzo, vistió la “Roja” y le marcó un triplete a Unión Española (5-3) antes de viajar al Maracaná y enmudecerlo con un bombazo desde 40 metros. “Después Pelé se cabreó y marcó dos goles. Nos ganaron 2-1”, contaba el “Pata”. El “León” no pudo retener a tamaña figura, que con la camiseta morada logró 61 goles en 89 partidos. Entre sus víctimas: la selección de Checoslovaquia en Collao.

Donde el Chavo

En 1971 es vendido a México en otra cifra histórica: 1,5 millones de escudos. En América, hizo dupla ofensiva con Enrique Borja, ídolo del actor Chespirito y compartió con él muchas veces. También apareció en la película “El Chanfle”. Allá también fue máximo anotador de liga y Copa (hizo 40 goles en un año) y pasó por Jalisco, Neza, Potosino y Pumas de la Unam, donde se retiraría con la marca de 358 tantos en Primera División sumando Chile y México. Es noveno a nivel de Sudamérica y número 23 del mundo.

¿Y la selección? “Ahí tuvo muy mala suerte, por las lesiones en malos momentos, porque sí era considerado. Estando en Concepción ya lo llamaban”, precisa Urrizola. En un amistoso en Salamanca se desgarró y viajó al Mundial de Alemania ‘74 pensando que podría recuperarse, pero no fue así. Con la “Roja” disputó 28 partidos y marcó 7 veces.

Está radicado en México y en cada entrevista recuerda con cariño su paso por nuestra zona y el escudo del “León”. Urrizola detalla que “siempre fue sencillo, alegre, bueno para la talla. No dimensionaba todo lo que valía”. Su pie izquierdo era más chico que el derecho, otra talla. Y un día dijo “soy feliz con lo que hice. Pude haber hecho más, pero para qué”. Un genio.