La edad temprana para hacer deporte
28 de Mayo 2018 | Publicado por: Diario Concepción
Marcelo Tapia Cabezas
Coordinador de Deportes
Universidad de las Américas
Es equitativo pensar cómo realizar una actividad deportiva sana, lo que nos promueve establecer un conocimiento físico, psicológico y social de los grupos infantiles, en un primer término.
En ese sentido, podemos diferenciar grupos de la edad de 6 a 9 años, de 10 a 12 años y de 13 a 14 años. Los mayores de 16 años, en una tendencia que es necesaria revertir en el corto plazo, por lo general disminuyen su práctica deportiva y se produce un sedentarismo.
Sería oportuno indicar las ventajas que tiene la actividad física y la necesidad de iniciar un estilo de vida dinámico en los escolares, empezando desde los primeros años en que ingresan a sus respectivos establecimientos. Es esencial que el deporte se pueda transformar en un elemento de desarrollo educativo de gran valor para el desarrollo personal, independiente del tipo de práctica que se realice, sin mayores ambiciones de, por ejemplo, alcanzar en algún momento el alto rendimiento. El solo hecho de correr, pasear, andar en bicicleta, por ejemplo, nos relaciona con valores como el esfuerzo, la estabilidad y la tolerancia, que resultan clave para la vida de cualquier persona.
Por ello, es aconsejable que la concepción del deporte en las primeras edades ha de estar separada de un estándar más bien competitivo. Si bien comparten algunas características, nuestro interés estará enfocado hacia un desarrollo de la personalidad constante, capacidad de disciplina, en valores que, como se mencionó anteriormente, están presentes en las actividades que puede llegar a desarrollar una persona en cualquier ámbito de su vida.
Un infantil que tendrá las bases relacionadas con la autonomía personal del niño, la inserción, aportará más tarde a la salud y calidad de vida. El ejercicio hace un gasto de energía, siempre será mayor que el gasto que se produce en un metabolismo basal del que está sentado.
Por ello, existe una postura y un consenso respecto a que los cambios producidos en la actividad física se deben a modificaciones profesionales que desalientan el estilo de vida activo, se reducen los espacios y el tiempo para el juego libre. Ahí es cuando se deben implementar algunas medidas que permitan torcer esta realidad, de tal manera que la práctica deportiva siga teniendo un rol central en el desarrollo de cada niño.
Los padres realizan juegos lúdicos, juegos que se producen con mucho placer de recrearse, sin reglas y variadas formas, con el solo fin de divertirse y generar espacios de esparcimiento. Están en la edad de 4 años hasta 9 años. ¿Qué medio es el ideal? El acuático.
Una piscina de baja altura, con agua tibia, acompañada de música y muchos flotadores de diferentes colores, que le permita a los niños bailar, saltar en el agua. Un medio de desarrollo motor y pierden el temor al agua, que muchas veces, de no remediarse en el corto plazo, puede mantenerse hasta la vida adulta.
“Los padres se cansan, los niños tienen mucha energía.” Con este simple y a la vez complejo ejercicio, podemos iniciar una rutina de eventos que acompañarán la vida escolar, y que permitirán a los niños adquirir valores importantes, como se mencionó previamente, y también generar lazos con compañeros y niños de su edad que les ayudarán a desarrollarse en su entorno social.