Las interrogantes y polémicas en la inauguración del Teatro Regional del Bío Bío

09 de Marzo 2018 | Publicado por: Mauricio Maldonado - Marcelo Castro
Fotografía: Carolina Echagüe M.

A nivel político, se criticó el protagonismo de la figura de Michelle Bachelet, siendo casi una despedida de la Mandataria. Además, extrañó que actores de la escena artística, que ayudaron a visibilizar el proyecto cuando se peleaba por conseguir los recursos para construirlo, no estuvieran presentes.

Seguramente, la jornada vivida el miércoles quedará grabada para siempre en la memoria cultural de la ciudad. Un sueño de larga data por fin escribía su último capítulo y abría sus puertas a un prometedor futuro.

La inauguración del Teatro Regional del Bío Bío fue una noche llena de matices y contrastes, que también generó debate y una que otra polémica. Una ceremonia que partió con cierto retraso, pues se citó al público a las 19 horas y todo comenzó casi una hora más tarde con el discurso de la Presidenta Bachelet. Las butacas principales fueron ocupadas por autoridades y gente del mundo de la política, en una sala cuya capacidad, incluyendo sus distintos niveles, alcanza las 1.200 personas. Si bien hubo gente relacionada al mundo cultural y artístico local, como Juanita Toro, Tulio Mendoza, Mauricio Melo y Eduardo Meissner, se extrañó ver a más creadores, por ejemplo, de nombres que fueron protagonistas  claves en la campaña  que se realizó en 2013, para conseguir los fondos para la construcción.

“Me impresionó, gratamente, su interior, tenía ciertas expectativas. Lo que no me llamó la atención de manera grata es el público. No porque hubiera gente que no debiera estar, sino por la ausencia de varios, y también no me pareció la separación, deberían haber estado todos mezclados. Cuando se formó la corporación -cultural del teatro- el documento principal de la inauguración señaló con mucho énfasis ese punto: que sea un espacio democrático en todos sus aspectos y aquí no veo artistas, andan muy pocos. Es un mal comienzo, pero reparable”, comentó minutos antes del l espectáculo Darwin Rodríguez, ex presidente de la Corporación Cultural del Teatro, escritor y cabeza de la editorial tomecina Al aire libros.

Ya en lo musical, Violeta Parra Sinfónico 100 Años Sinfónico en términos generales, fue un show parejo y correcto, con algunos sobresaltos técnicos y desafinaciones por parte de algunos de los cantantes invitados, comandados por Javiera y Ángel Parra. Pequeños errores, sumados al menor volumen de los niveles superiores, ciertamente esperables de una jornada inaugural cargada de nervios.

No cabe duda que la Orquesta Sinfónica UdeC fue sobresaliente en su desempeño, mostrando un repertorio conocido bajo la batuta de Guillermo Riffo. Interpretaron de manera sólida los dos bloques que les correspondió (el del comienzo y final). Igual hubo cierto desorden entre la entrada y salida de los músicos, con un programa que no tuvo pausa entre cada uno de sus segmentos. Es decir, no hubo una separación de actos como es de costumbre en los conciertos sinfónicos, lo que hubiera permitido preparar de mejor manera las salidas y cambios que iban de la mano de cada parte.

Para destacar la impresionante iluminación, que no sólo engalanó la sala misma, sino también los pasillos y hall del teatro. Realmente, dio esa sensación de caja de luz que quería proyectar el arquitecto Smiljan Radic. “Quedó bastante similar, más allá de ser una gran escala encuentro que es una bonita escala. Creo que este potencial que tiene el edificio no tiene nada que ver con su administración o curatoría, lo que obligará a pensar, por un lado, su programación de una manera, y concepción por otra”, acotó.

Igual tuvo palabras sobre los cuestionamientos que ha tenido el diseño, sobre todo en redes sociales. “Cuando uno hace algo y lo pone a disposición del público y ellos comentan, no hay ningún problema. No es que me dé lo mismo, no me interesa como discusión si algo es feo o bonito, para mí no es el punto, puede que para otros sea realmente relevante”, aseguró.

Lado político

Molestia generó en personeros de Chile Vamos que, en el discurso de Michelle Bachelet, no se hiciera alusión a lo obrado en el primer Gobierno de Sebastián Piñera. Es más, varios se quejaron y acusaron que más que una inauguración solemne, parecía un acto de despedida para la Mandataria.

Para el diputado electo, Sergio Bobadilla, “fue una demostración para entregar reconocimiento a la Presidenta. Esperaba otro tipo de ceremonia, y lo único que destaco fue la labor de la Orquesta Sinfónica de la UdeC. Se debió haber hecho un acto más transversal, y algo que pareciera un evento organizado por y para la Nueva Mayoría”.

Bobadilla considera que no se debe olvidar que este proyecto comenzó en la gestión de Piñera. “No es primera vez que ellos se apropian de iniciativas en las que tuvieron poca participación y desconocen el anterior trabajo, eso habla de una mezquindad brutal”.

En tanto, el diputado electo y ex ministro de Cultura en el primer Gobierno de Sebastián Piñera, Luciano Cruz-Coke, indicó que “ellos están en el término de un gobierno, pero yo me quiero quedar con lo importante: que después de 30 años de anhelo, hay un teatro y eso me llena de orgullo. Las autoridades pasarán, pero ese edificio estará ahí, transformándose en una expansión cultural muy importante para el sur del país”.

Además, Cruz Coke estimó que faltó algún reconocimiento a la labor realizada por el ex seremi de Cultura, Juan Eduardo King, quien impulsó la obra desde el proyecto del Teatro Pencopolitano.

Desde el Ejecutivo, Enrique Inostroza, vocero de Gobierno,  salió al paso de los cuestionamientos. “Me parecen de bajo nivel las críticas. Fue una fiesta, y que a Bobadilla y otros les dé envidia el cariño hacia la Presidenta Bachelet  es otra cosa. Estuvieron los ex intendentes y consejeros regionales, y no fue acto de un gobierno, sino que es parte de la gestión del Bío Bío”.