Obras en Plaza Perú: fijan fecha de término y programan cortes de tránsito en Chacabuco

El municipio estableció febrero como horizonte para concluir la remodelación. Locatarios gastronómicos reportan mermas del 20 % por el cierre, pero esperan un repunte tras la reapertura.

En medio de los recientes cuestionamientos de vecinos y locatarios por el ritmo de avance de las obras de remodelación de Plaza Perú, la Municipalidad de Concepción llegó hasta la faena y anunció que el 18 de febrero es la fecha comprometida para el término del proyecto. La inspección se realizó, además, con un nuevo factor sobre la mesa: el anuncio de cortes parciales de tránsito en calle Chacabuco, previstos para la primera semana de enero y asociados a los trabajos que se ejecutan en el sector.

Durante la visita, el alcalde Héctor Muñoz reconoció que el estado actual de la obra no alcanza los niveles proyectados para esta etapa. “Debería estar sobre el 60 o 65 %, pero estamos cerca del 50 %”, afirmó, admitiendo una brecha que ha alimentado la preocupación del entorno. Esa diferencia, explicó, llevó al municipio a intensificar la fiscalización de la obra y a verificar directamente el avance de los trabajos.

El jefe comunal detalló que una de las principales causas del desfase estuvo asociada a dificultades en el suministro de baldosas. Parte del material recibido no cumplía con el diseño aprobado y debió ser devuelto, lo que impactó la programación original. Según indicó, ese problema ya fue superado y actualmente la obra cuenta con los insumos necesarios para acelerar las faenas en esta nueva etapa.

Muñoz reiteró que la fecha de término se mantiene fijada para el 18 de febrero, aunque reconoció que el escenario sigue siendo ajustado. “La idea es que se entregue en esa fecha o que, si hay retraso, no sea significativo”, señaló, subrayando que la preocupación por los tiempos es compartida con los vecinos y que el foco del municipio está puesto en recuperar el ritmo perdido durante los últimos meses.

En paralelo, sobre los futuros cortes de tránsito, el alcalde explicó que las coordinaciones ya están en curso con la Seremi de Transportes y con las unidades de tránsito municipal, considerando que enero registra menor flujo vehicular por el receso universitario. Los desvíos, precisó, serán programados y avisados con al menos una semana de anticipación.

Desde la obra, el profesional residente Jorge Smith explicó que actualmente los trabajos se concentran en etapas visibles. “La plaza ahora está en proceso de instalación de baldosas, jardineras de acero corten, demolición de pavimentos y hormigones estampados”, señaló, precisando que se trata de una fase que comienza a configurar el aspecto final del espacio y que marca el tránsito desde las labores estructurales hacia las terminaciones.

En esa misma línea, Smith detalló que el diseño considera un sistema de evacuación de aguas lluvias ya ejecutado. “Están los sumideros y la conexión al colector primario de la DOH, y esas recepciones con Serviu están al cien por ciento”, afirmó. En paralelo, sostuvo que la empresa está reforzando recursos para cumplir los plazos: “Estamos ingresando más gente, maquinaria y materiales para poder terminar el 18 de febrero”.

Expectativas

Desde el entorno comercial y gastronómico del sector, la evaluación también se mueve entre la cautela y una expectativa renovada. Manuel Acuña, representante de la Asociación Gremial del Barrio Gastronómico Plaza Perú, sostuvo que el ánimo cambió en las últimas semanas, luego de un período crítico. “Hace un mes y medio no veíamos a nadie trabajando; era ‘un tierral’”, recordó, marcando el punto de inflexión tras reuniones con el municipio y la empresa.

Según Acuña, desde entonces el avance se volvió perceptible. “Desde esa fecha hasta hoy se ha notado una aceleración considerable. Vemos mucha más gente trabajando y un avance concreto en las obras”, afirmó, aunque reconoció que el calendario sigue siendo exigente. “No sé si vamos a llegar a fines de febrero, se nota que falta harto, pero sí creo que hay una buena actitud”, añadió.

En esa línea, el dirigente apuntó directamente al cambio en la fiscalización como un factor clave. “Yo creo que la municipalidad empezó a ejercer su rol de fiscalización de manera más seria y firme, y se empiezan a ver resultados”, señaló. Consultado sobre si esa presión funcionó como un punto de inflexión, fue directo: “Sí, yo creo que funcionó”, reforzando la idea de que el control más estricto tuvo efectos concretos en el ritmo de la obra.

El cierre prolongado del espacio, sin embargo, también ha tenido impactos económicos. Acuña indicó que algunos locales han registrado mermas significativas. “Estimamos que hay bajas de hasta un 20 % en las ventas”, explicó, atribuyéndolo a la interrupción del flujo peatonal desde la Universidad de Concepción y otros puntos del sector. Pese a ello, proyectó un escenario distinto tras la reapertura.

“Creemos que con una Plaza Perú más linda, más iluminada y más segura puede haber incluso más público que antes”, concluyó, adelantando además la idea de impulsar una mesa de gobernanza para ordenar y potenciar actividades culturales y gastronómicas en el lugar.