Perón en Concepción: recuerdos de su histórica visita en 1953

26 de Octubre 2025 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Revista ZIG-ZAG

A mediados del siglo XX, la ciudad de Concepción se convirtió en uno de los escenarios más importantes de un acontecimiento único: la gira del entonces presidente argentino Juan Domingo Perón, quien recorrió diversos lugares de Chile en el verano de ese año.

Por Isidora Jara Villegas

En esa época, Juan Domingo Perón tenía mucho interés en una posible unión entre los países latinoamericanos para fomentar y mejorar el comercio entre los países y, con ello, aumentar la riqueza y entregar bienestar a las familias. Así detallan escritos de la época, cuando el mandatario argentino pisó suelo chileno en 1953.

Un hecho internacional del pasado que cobra relevancia en el contexto de las elecciones legislativas que este domingo 26 de octubre se realizan en el país trasandino.


El viaje comenzó el 18 de febrero, cuando Perón partió del Barrio Retiro, en Buenos Aires, en el tren presidencial. Dos días más tarde llegó a Los Andes donde lo recibieron Arturo Olavarría Bravo, canciller chileno, y María de la Cruz, gran amiga de Perón.

Hay registros que muestran la emoción de los ciudadanos por la llegada de Perón, esperándolo en las diferentes estaciones de trenes. Osvaldo Sepúlveda, referencista del Archivo Histórico de Concepción, dijo que: “Perón era un personaje histórico, con gran verborrea, tenía una forma de expresarse muy especial, por lo cual se generaba una gran cercanía con las personas”.


Por lo que se aprecia en un video enviado por la Embajada argentina en Chile y que circula en redes sociales, Perón asistió a diferentes actividades en Santiago, Valparaíso y Quillota, para finalmente dirigirse a la ciudad penquista.

Según los datos en el minisitio del sitio web del Archivo Histórico Concepción, el día 24 de febrero de 1953 viajó a Concepción, junto al presidente chileno Carlos Ibáñez del Campo y una comitiva de 50 autoridades, donde su recibimiento es apoteósico.


Al llegar a Concepción los estaban esperando en la estación Central, el intendente de la época, Bernardo Gesche Müller, junto a otras autoridades de la ciudad y también había mucha gente.
Osvaldo Sepúlveda mencionó que: “Bajaron por Barros Arana y toda la calle esta engalanada con banderas chilenas y argentinas, apenas podían avanzar los vehículos”.


Anticipadamente se decretó que ese día seria feriado para los empleados públicos y semifiscales también se instó a los empresarios de industrias a que les dieran el día libre voluntario a sus obreros buscando así mayor presencia en los diversos lugares a los que asistirían las autoridades.

Cuando llegaron al edificio de la Intendencia, la máxima autoridad regional ofreció champañas a las visitas y escoltas, luego de la efusiva bienvenida del público penquista. Luego, con los mandatarios desde el balcón del edificio, se realizó un desfile por parte de las Fuerzas Armadas, el cual estaba al mando del teniente coronel César Burotto Ureta. Al finalizar, los gobernantes se tomaron unos minutos para dirigirse al público, el Presidente Perón tenía una fuerte afonía, pero a pesar de esto igual saludó y agradeció a todos los presentes.


 

Menú del almuerzo ofrecido al presidente argentino en el Club Concepción-Archivo Histórico de Concepción.


Iglesia del Sagrario

Al finalizar, los presidentes se dirigieron al denominado santuario chileno-argentino, la iglesia de la parroquia del Sagrario la cuál fue reconstruida con dinero aportado por ambas naciones luego del efecto en ella del terremoto de 1939, en ella los recibió el arzobispo monseñor Alfredo Silva Santiago y el Cabildo Eclesiástico Metropolitano.


Armando Cartes, abogado y doctor en historia e investigador regional y de la historia política de Chile, detalló que: “(la iglesia) se inauguró en 1953 con la presencia de ambos gobernantes, y por eso si uno la mira, tiene ahí la imagen de los escudos de Chile y de Argentina, y las vírgenes que son las patronas de cada país”.

La Virgen de Luján, la patrona de las armas argentinas fue bendecida en 1944 en Buenos Aires, la cuál ahora se encuentra en la iglesia. Armando Cartes, también dijo que “era una obra muy significativa para ambos países, por su vinculación religiosa y por la unión entre ambos gobiernos”.


Osvaldo Sepúlveda cuenta que: “después, atravesaron al Club Concepción donde tuvieron un cóctel y almorzaron, descansaron por fin”.

Al término, se dirigieron a la sede de los ferroviarios penquistas de la Sociedad Santiago Watt (Freire 47), donde recibieron un homenaje organizado por las entidades sindicales mutualistas y gremiales de Concepción, Talcahuano, Penco, Coronel y otras. Hubo discursos del presidente de la Federación Provincial Mutualista, Jorge Arriagada Condar, y del presidente de la Sociedad Santiago Watt, Alfonso Arriaga Muñoz. Al Jefe de Estado de Argentina se le entrego un plato de cobre con escudo de plata al centro y un texto alusivo al mismo mandatario de parte de la federación ferroviaria.


Al finalizar, ambos presidentes se trasladaron a la usina de Huachipato, donde los recibió el Sr. Roberto Vergara, quién les mostró los planos de la desparecida industria, dándoles una explicación general de la empresa acerera y una mirada panorámica desde la altura.

Reunión con Rector UdeC


Luego, regresaron a Concepción para estar presentes desde el balcón de la Intendencia (en esa época ubicada en la Plaza de la Independencia) en la ceremonia de arriar las banderas rindiendo honor a la Compañía de Fusileros, para luego presenciar un concierto del Coro Polifónico en el salón auditorio de la Escuela de Biología de la Universidad de Concepción.

Además de todas estas reuniones ambos mandatarios se encontraron con el rector de la Universidad de Concepción que en ese momento era Enrique Molina Garmendia.


Osvaldo Sepúlveda explicó que: “visitó la universidad porque el saber se unía mucho a la industria y a Huachipato quien era el emblema de la industria en esa época”.

El mismo día volvieron a Santiago y Perón volvió a Argentina para luego invitar el 26 de febrero al presidente Ibáñez para que asistiera a la inauguración de la villa Eva Perón.