A 10 años de la reinauguración de la Torre del Paciente Crítico: historias y balance de una unidad clave del HGGB
29 de Agosto 2025 | Publicado por: Ximena Valenzuela
Tuvo un costo de $28 mil millones y actualmente atiende, en promedio, a 2 mil personas por día.
El terremoto del 27 de febrero de 2010, que azotó a la Región a las 3.33 horas de la madrugada con 8.8 grados Richter, no sólo provocó un desastre generalizado en la zona, sino también la destrucción de la Torre del Paciente Crítico del Hospital Guillermo Grant Benavente, inmueble que quedó inutilizable y generó que cientos de personas tuvieran que ser atendidas en el exterior del centro hospitalario.
De inmediato se pensó en su reconstrucción, pero los recursos tardaron en llegar y las faenas partieron en septiembre de 2011. Si bien, en ese entonces desde el Servicio de Salud Concepción la nueva estructura se proyectó en $13 mil millones, las faenas terminaron costando $28 mil millones, monto que hoy, luego de 10 años de haber sido inaugurada, le permiten tener tecnología de punta y 64 camas para atender a sus pacientes.
El centro de salud, según indicaron, cuenta con 800 funcionarios entre personal general, enfermeras, Tens, médicos y auxiliares, entre otros, que atienden en promedio a 2 mil pacientes por día, los que aseguran que están en mejores condiciones que antes cuando funcionaban en el Monoblock, parte central del hospital y la más antigua del recinto, donde no contaban con espacio, ni mucho menos tecnología para atender a sus pacientes.
Gonzalo Soto, médico jefe de la UPC Pediátrica del Regional, que estuvo presente durante la noche del terremoto en el hospital, aseveró, “pasé por el edificio del actual Torre de Paciente Crítico en el momento que estaba siendo evacuado (…) y el hecho que estemos conmemorando los 10 años de presencia nuestra en este lugar, para mí es un hito importantísimo porque subraya la capacidad de reponerse después de eventos catastróficos, la resiliencia de nuestro espíritu hospitalario en términos de no sólo haber reconstruido lo que fue afectado por el terremoto, sino que haberlo llevado a un nivel de excelencia”.
El facultativo indicó que ahora cuentan con una conectividad importante, por ejemplo, en áreas como pabellón, rayos y unidad de emergencia, todo unido a un equipamiento de emergencia de primer nivel, de acuerdo a las necesidades de cada unidad.
Ruth Mellado, tens de la UCI Pediátrica, que tiene 26 años de servicio en el hospital local, concordó con el doctor Soto en que el cambio del Monoblock, sector más antiguo del centro de salud hasta la Torre del Paciente Crítico fue un cambio muy grande.
“Desde una sala donde teníamos 8 pacientes, en que teníamos que hacer el aislamiento en el mismo lugar y en que podía entrar sólo un padre, llegamos a otras dependencias en que cada niño tiene su sala individual, pueden estar sin problemas con sus padres y se pueden hacer aislamiento en caso de ser necesario. Tanto para el personal como para los niños hasta el día de hoy sólo hemos tenido cosas ventajosas. Los niños tienen espacio para estar con sus papás y para nosotros un espacio más cómodo”, dijo Mellado.
Rina Paredes, enfermera coordinadora de la Unidad de Emergencia del hospital, aseveró que el traslado de los pacientes hacia la nueva torre fue muy esperanzador, “queríamos una urgencia que nos permitiera seguir atendiendo de una manera cálida y digna a nuestro pacientes (…) durante el terremoto y después del terremoto la gente asistía a sus Cesfam, Sapu y Sar, hubo como un resurgimiento de la atención primaria, pero posteriormente, vimos que nuestros pacientes volvieron a atenderse en nuestras instalaciones”.
En tanto, Violeta Inostroza, enfermera supervisora de la Unidad de Pabellón, Anestesia y Recuperación, comentó que tras el terremoto trabajaron con sólo 5 pabellones de 9, incluso con uno de campaña, pero con mucho compromiso de los profesionales, que no decayó hasta la reconstrucción de la Torre del Paciente Crítico.
“Ahora tenemos 12 pabellones. Todos funcionan en simultáneo, actualmente tenemos 2 de Urgencia y el resto indiferenciados. Aunque hay 2 puntualmente que se ocupan como cirugía cardiaca y neurocirugía”, dijo y destacó que con el trabajo de todo el personal se pudo armar la Torre del Paciente Crítico y cada uno de los pabellones, pues cada uno supo desde que llegaron las cajas con el equipamiento y ayudó a la instalación hasta que todo estuvo listo para funcionar.
Nuevas instalaciones
Desde el recinto explicaron que luego de 10 años de la tragedia, el centro médico cuenta con una nueva Torre del Paciente Crítico, que cuenta con cinco pisos y un zócalo, distribuidos en 12 mil metros cuadrados, 8.400 más que el original.
Desde el zócalo hasta el quinto piso están Esterilización y la Urgencia Pediátrica, luego en el piso uno, la Urgencia Adultos. En el segundo piso está el Pabellón Central con sus espacios también en el tercer piso. Cuarto piso está la UPC Médica y en el quinto, la UPC Pediátrica, que hasta hace unos meses compartida con la UCI Coronaria, pero por motivos de los trabajos del Nuevo Servicio de Quemados que se está haciendo en el sexto, debió redistribuirse por el Monoblock.
La obra cuenta con un reforzamiento estructural que le permite resistir un nuevo cataclismo de hasta 9,5 grados de intensidad sísmica, garantizando la seguridad del personal, usuarios, público y pacientes.
Mauricio Monsalves, ingeniero jefe de la unidad de Seguimiento y Control de Obras, área que depende del departamento de Recursos Físicos y Financieros del Servicio de Salud Concepción, quien fue Inspector Técnico de la Obra, al ser consultado por la importancia de realizar un proyecto moderno resistente post terremoto 2020, afirmó que después del terremoto el Centro de Atención Ambulatoria estuvo destinada para atender a los pacientes críticos que tenía el hospital.
“Cuando asumimos el compromiso de terminar la torre, tuvimos asesoría directa de ingenieros estructurales del servicio, que diseñaron y reforzaron la estructura existente para que pueda aguantar un terremoto de 9,5 en escala Richter (…) se amplió y se reforzó justamente porque la finalidad de tener una construcción de este tipo es que en caso de catástrofe el hospital pueda seguir operando sin problemas, dado que son los únicos recintos que tienen que estar disponibles 24/7”.
Ventajas y desempeño a largo plazo
Monsalves destacó, además, que la construcción como la Torre tiene ventajas porque todo está agrupado, seleccionado en distintos niveles y con tecnología aplicada de punta en ese recinto.
“Como quedó construido en base a una planta libre, rigidizada en sus extremos y en la parte central, Eso permite sin problemas hacer modificaciones a la estructura, lo que es tabiquería. Y eso permitiría de alguna forma modificar recintos que ya están construidos para poder albergar y a cumplir con las exigencias nuevas que se exigen”.
“Sin embargo, si consideramos que en todos los proyectos, no solamente en este, se requiere un poco más de mantenimiento, dado que 10 años igual tiene harto desgaste. Recuerden que es un hospital que funciona 24-7, y aún así todavía los servicios siguen funcionando sin problemas. Esto nos deja una cierta tranquilidad, del punto de vista de que lo que se ejecutó se construyó bien”.
“Es cierto que también se presentan algunas dificultades, producto del paso del tiempo, que eso se puede resolver con postventa o bien con una mantención adecuada. Ahora, para las construcciones futuras de hospitales, existen nuevas normativas y nuevos reglamentos, porque desde el año 2000 a la fecha ha cambiado la normativa sísmica, entonces eso se debe aplicar justamente para las construcciones futuras (…) deben ser sismos resistentes a terremotos de 9,5 Richter o superiores”.
Cabe destacar, que la torre tiene una variada cantidad de equipamiento para determinar patologías. Así como 17 portales controlados, detectores de huellas, más de 40 cámaras de seguridad con una central de circuitos con una central de monitoreo y circuito cerrado de televisión, 584 sensores de humo, 23 alarmas de incendio, una veintena de redes húmedas y secas, además de 45 parlantes en todos los pisos para dirigir una eventual evacuación, entre otras.