Preocupa situación de ambulantes venezolanos en centro penquista

01 de Septiembre 2021 | Publicado por: Mauro Álvarez
Fotografía: Cedida

Pese a que cifras de Gobierno dan cuenta que inmigración aumentó sólo un 0,4% desde el 2018, representantes de la comunidad bolivariana dieron a conocer que número de sus compatriotas es mayor y en su mayoría en condiciones precarias.

Si bien el Servicio Nacional de Migraciones y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dieron a conocer que la población extranjera residente en el Biobío llega a 34.935 personas (0,4% desde el 2018 a la fecha), siendo venezolanos quienes más presencia tienen (57,3%), este número sería mayor indicaron representantes de la comunidad bolivariana en la zona, debido a la llegada de residentes en situación irregular o también llamados ilegales.

Realidad que se contradice con lo manifestado por el delegado presidencial, Patricio Kuhn, quien argumentó que no ha habido un aumento significativo desde 2018 y que la población extranjera alcanza un 2,1% de la población total de la Región del Biobío.

“Las cifras demuestran una disminución en el flujo migratorio lo que se podría deber a la situación que atraviesa el país y el mundo entero por la Covid-19, lo que implicó el cierre de fronteras en el país y un mayor control al momento de ingresar a nuestro país”, dijo la autoridad de gobierno.

Sin embargo, durante este año se ha observado en Concepción y Talcahuano, principalmente, a familias venezolanas viviendo, pidiendo dinero o vendiendo dulces en las calles, puesto que al estar de ilegales no se atreven a solicitar ayuda, acrecentando la realidad de personas en situación de calle.

De hecho, la subsecretaria de Servicios Sociales, Andrea Balladares, en su visita a Biobío en julio pasado, reconoció que el número de personas en situación de calle aumentó, entre otras razones, al fenómeno de la inmigración ilegal.

La visión venezolana

La representante de la comunidad venezolana presente en Concepción, Francia Campos, indicó que “la realidad de compatriotas viviendo en las calles es muy preocupante para nuestra comunidad, quienes han llegado por distintas vías a la Región. La situación ha sido bastante carente, porque los vemos con niños y esa situación es un problema para Chile, país que nos ha abierto las puertas”.

Campos aseguró que “lamentablemente no hemos podido hacer un censo real, pero sin duda el porcentaje es mucho mayor a las cifras que maneja el gobierno en Biobío, sobre todo porque han llegado muchos venezolanos desde Perú, cruzando por la frontera de forma ilegal e indocumentados”.

La vocera venezolana comentó que están trabajando con los municipios, con el propósito de hacer un catastro de los que están en situación de calle y sin documentos, pero al no querer ayuda estatal, ha sido complejo poder ayudarlos como realmente se requiere.

“Me refiero a que hay una realidad dura, detrás de muchos de ellos y es que algunos prefieren estar en las calles pidiendo dinero y no buscar trabajo, porque lo que ganan vendiendo dulces, les genera más recursos que un sueldo mínimo, pasando por alto el daño que le hacen a sus hijos al trabajar con ellos en las esquinas”, manifestó Campos.

Política restrictiva acrecentó inmigración ilegal

El “Anuario 2020” llevado a cabo por el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), indicó que el cierre de fronteras a fines de marzo de 2020, debido a la crisis sanitaria, hizo que los ingresos migratorios a Chile cayeran en un 70%, respecto de 2019.

Y, pese a que el informe entregado por Migraciones y el INE, mostró que Biobío se encuentra dentro de las regiones que presentan mayor incremento a nivel nacional en el número de personas extranjeras, con un 23,8% en el periodo 2018-2020.
Desde la Asociación Venezolana en Chile, Patricia C. Rojas, enfatizó que “las cifras oficiales no se hacen cargo de aquellos que han ingresado por partes no habilitadas, sobre todo durante el 2021”.

Agregó que “mientras no se resuelva la crisis humanitaria que hay en Venezuela es difícil que empiece a disminuir la migración precaria en Chile y, al haber políticas restrictivas, se acrecienta que lleguen personas de forma irregular, aumento que todos pueden percibir en las calles”.