Peso-inclusión y alimentación no restrictiva: nuevos paradigmas hacia la diversidad y el bienestar
20 de Diciembre 2025 | Publicado por: Natalia Quiero
Predecir la salud según el peso es sesgado y dañino para la relación con el cuerpo y la comida, nutrir la individualidad es la clave para que sea sano.
Dietas, delgadez, el cuerpo de verano y un peso ideal.
Hay estándares de belleza que permean la mirada de la alimentación y salud que si no se cumplen se asocian a nocivo, aunque las evidencias demuestran lo sesgado y dañino de discursos que dicen promover lo sano, proliferan en redes sociales y resuenan más fuerte de cara a la época estival.
Comprender la diversidad colectiva y particularidades individuales, con lo multifactorial del cuerpo y la salud, son clave de una relación sana con la comida y el bienestar desde áreas como la nutrición integrativa y holística, impulsando cambios de paradigmas, materia que aborda la especialista Constanza Mosso, académica del Departamento de Nutrición y Dietética, directora del Magíster en Nutrición Humana, y coordinadora del Diplomado en Alimentación Emocional, Mindfulness y Mindfuleating de la Universidad de Concepción (UdeC).
Miradas sesgadas
En una sociedad que valora los cuerpos normativos y desvaloriza a quien no encaja en ese tamaño prima el paradigma peso-centrista, arraigado en el sistema sanitario, afirma la nutricionista integrativa y holística.
“La salud se predice de acuerdo al peso: quienes cumplen con cuerpos normativos se asume que tendrían mejor salud, quienes se escapan tendrían más enfermedades y mortalidad. Y las personas de cuerpo grande se les ha atribuido que son sedentarias, flojas, comen mal y no tienen fuerza de voluntad”, explica.
Ante ello, precisa, una de las intervenciones más comunes en salud es perder peso, y la meta tener el ideal. Controlar la alimentación es una estrategia elemental; así aparecen las restricciones en la búsqueda de modificar el cuerpo y lograr el socialmente perfecto.
Aunque la profesional asegura que en ello se encadenan una serie de errores dañinos. La salud es un fenómeno biopsicosocial en que influyen múltiples parámetros, no se puede encasillar solo en el peso, ni ver la delgadez como sinónimo de estar sano.
Igual de complejo es el cuerpo, alimentarlo y modificarlo. Al respecto, enfatiza que “nos han dicho una mirada muy reduccionista del cuerpo, donde si como cierta cantidad y gasto otra podré tener el que quiera, y si no resulta es nuestra culpa. Pero, el cuerpo depende de muchos factores y casi 32% es la genética”. Es decir, influye más que la comida en su estructura.
Dietas: un error
Desde allí advierte que las restricciones alimentarias o dietas, si bien podrían tener un efecto de corto plazo, no son sostenibles, peor si son extremas. “Está estudiado hace más de 30 años que las dietas no funcionan, son contraproducentes: luego viene el descontrol alimentario y algunas personas pueden llegar a trastornos como el por atracón”, asegura Mosso.
Como otra arista añade que quienes tienen estigma por su cuerpo grande sufren mucho, constantemente están en estrés y con emociones displacenteras, gatillando una relación dañina con el cuerpo y la comida, un nocivo círculo. La alimentación es un acto fisiológico y socioemocional, y afirma que la comida puede generar emociones placenteras, pero cuando es la única estrategia de regulación puede llevar a comer en exceso o nocivamente, pero también puede generar mucha sensación de culpa e incentivar las restricciones.
Y al comer influyen valores que hoy están influenciados por lo que popularmente se dice, con alimentos beneficiosos y prohibidos para una vida sana universal que no existe.
“Hay una cantidad exorbitante de información sobre la alimentación y nutrición que ha originado que las personas se abrumen porque no saben qué y cuándo comer, y desconectarse del cuerpo. Estamos alimentándonos en base a lo que nos dicen, sin saber qué necesita el cuerpo realmente para nutrirse”, manifiesta. La conexión con el cuerpo hay que fortalecer para una relación sana con la comida y el bienestar.
Paradigma positivo y efectivo
En el contexto actual cobran cada vez más fuerza el paradigma peso-inclusivo y enfoques de alimentación no restrictiva y consciente, que para profesionales como Constanza Mosso son clave para promover el bienestar real en las personas, lejos de la presión y sufrimiento que provocan las formas tradicionales de abordar el cuerpo, la comida y la salud.
La académica explica que comprenden que cuerpo y salud son resultado de múltiples parámetros, y a la alimentación como un acto fisiológico y socio-emocional que idealmente debe satisfacer necesidades biológicas y disfrutarse.
Eso es tener una relación sana con la comida y el cuerpo para alimentarse bien, desde su perspectiva: lograr la armonía entre lo necesario, beneficioso y agradable para comer en forma adecuada todos los tipos de alimentos para nutrir al cuerpo y la sanidad mental. Está lejos de sesgos, culpas y dietas.
Por eso sostiene que “es un enfoque más humanizado respecto a la salud y alimentación, donde la persona es el centro de la intervención y sus necesidades se toman en cuenta y se cuidan para tener una relación más sana con la alimentación y el cuerpo”.
También más efectivo que el de la dieta. “Este enfoque tiene bastante evidencia científica, y uno de sus principales resultados es que mejora la conducta alimentaria y previene trastornos, y aumenta los indicadores de calidad de vida y bienestar. Al estar más conectado con el cuerpo y necesidades es posible tener más claridad de cómo nutrir el cuerpo”, asegura.
El mindfuleating o alimentación consciente es uno de los modelos no restrictivos positivos, que destaca como “una forma de tener la atención plena en el acto de comer, estar presente y conectado con los sentidos, con cultivo de la curiosidad y amabilidad. Una línea muy importante es la compasión, para tener emociones de disfrute y placer al comer”.
Formar nuevas miradas
En la UdeC hace años se contribuye a formar profesionales y promover estos paradigmas a través del Diplomado en Alimentación Emocional, Mindfulness y Mindfuleating, implementado por el Departamento de Nutrición y Dietética junto a Formación Permanente.
Constanza Mosso, quien lo coordina, precisa que está en su cuarta edición y ya ha formado a más de 50 profesionales de diferentes disciplinas.
“El programa dura 6 meses, tiene cuatro asignaturas y ha sido muy exitoso, con estudiantes muy contentos y bien evaluados. Nos genera felicidad, ya que estamos siendo una universidad referente en Chile sobre este enfoque y formando una comunidad de profesionales que están generando las semillas para transitar a paradigmas más inclusivos”, manifiesta.
La próxima edición está proyectada para iniciar en mayo de 2026, y la información detallada se puede consultar en el sitio web de Formación Permanente UdeC.