Fortalecer la cultura oceánica: un desafío global que es crítico en un país que es más mar que tierra
18 de Octubre 2025 | Publicado por: Natalia Quiero
La Unesco recomendó a las naciones tener en 2025 una política de cultura oceánica para el desarrollo sostenible, también fortalecer la educación marina.
“Tener una relación sana con el océano, de forma de poder disfrutarlo, aprovecharlo y cuidarlo”. Eso definió como esencia de la cultura oceánica el doctor Paul Gómez, encargado de educación y outreach del Centro de Investigación Oceanográfica Copas Coastal de la Universidad de Concepción (UdeC), y por años ha moldeado su quehacer en divulgación científica que hoy lo tienen entre quienes lideran el impulso a una vital transformación cultural en Chile.
El divulgador asumió la presidencia del Grupo de Trabajo de Cultura Oceánica GT-Cocean del Comité Oceanográfico Nacional (Cona), rol por dos años en el espacio creado para abordar el desafío de conectar a la sociedad con el mar para que lo valore y proteja, asegurando su sostenibilidad para el bienestar humano y planetario.
En los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas está el 14 de “Vida Submarina” para resguardar al océano como fuente vital dentro y fuera de sus aguas. Ante ello se estableció el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible 2021-2030. Y la Unesco solicitó a cada nación que desarrolle su Estrategia de Cultura Oceánica para 2025; también definió prioritario incorporar la educación marina en los planes de estudio.
En ese contexto nació el GT-Cocean en 2023, hoy con 24 miembros de distintas disciplinas y quehaceres que trabajan para superar retos globales en un país que es más mar que tierra con sobre 6 mil kilómetros de costa en línea recta de norte a sur y un maritorio que es tres veces el territorio, pero con brechas y amenazas que afectan a los ecosistemas marinos.
Política para la cultura
Gómez explicó que el GT-Cocean tiene entre sus grandes misiones elaborar un documento que plasme la política de cultura oceánica, que debe entregar una detallada hoja de ruta para promover y fortalecer este aspecto. “Un borrador salió a fines de 2024 y ahora estamos trabajando para tener un documento definitivo para que Cona lo presente a la Armada y la institución al país”, contó.
Es una meta ambiciosa y necesaria para resguardar a Chile, su maritorio, territorio y gente. Tener cultura oceánica es esencial para proteger al océano y tener uno sano, productivo y sostenible, también para el bienestar y la vida en todo el planeta, aseguró.
Las razones sustentan a la cultura oceánica mediante 7 principios fundamentales, que integra en su quehacer para educar y concientizar la importancia del océano y su cuidado.
Estos son: el planeta tiene un gran océano; el océano y la vida que alberga moldean las características de la Tierra; el océano ejerce gran influencia sobre las condiciones climáticas y meteorológicas; el océano hace posible que la Tierra sea habitable; el océano sustenta gran diversidad de vida y ecosistemas; el océano y los seres humanos están intrínsecamente conectados; y la mayor parte del océano permanece inexplorado.
Entre sus roles vitales están producir oxígeno, absorber carbono, regular el clima, y proveer recursos que sustentan dietas y economías. Aunque, advirtió, problemas como la crisis climática, contaminación, sobreexplotación de especies y pérdida de biodiversidad amenazan su bienestar y funcionamiento.
Ahí gran mensaje para educar la importancia del mar y fomentar la cultura oceánica.
“Si el océano es demasiado impactado va a ser menos resiliente, menos capaz de soportar los cambios y menos capaz de regular el clima para poder estar cómodos en el planeta”, sostuvo. “La relación con el océano no se da sólo por el que está mirando o puede entrar al mar, también la gente que está alejada: a través de los ríos puede llegar contaminación o el clima que se siente en Santiago tiene relación con cambios en el océano”, resaltó.
“La divulgación permite entregar cultura oceánica medio de contrabando”
Para fortalecer una cultura oceánica la base está en el conocimiento y la valoración en la sociedad de forma transversal. En dicho horizonte hay acciones críticas avanzar para ubicar al océano como cercano e importante para toda persona.
Para Paul Gómez es fundamental la incorporación formal e integral como parte de la educación escolar.
“Esto se ha hecho a paso lento, porque el currículo escolar cambia cada 10 años, y estamos tratando de cambiarlo a través de la Dirección de Educación de la Armada que tiene un convenio marco con el Ministerio de Educación para incorporar este aspecto”, expuso.
Aunque no es necesario esperar una nueva malla curricular: “no se cambia el currículo escolar todavía, pero se pueden incorporar ejemplos que pongan en el imaginario al océano”, planteó. Es la meta que el tema marino se integre a contenidos y actividades para alcanzar objetivos en distintas asignaturas o materias, sea ciencias, lenguaje, geografía o historia, y que el mar se vuelva cotidiano. Por ejemplo, para avanzar en lectura se podría leer literatura o leyendas sobre el mar.
En este horizonte destacó que se trabaja en elaborar guías pedagógicas para educación parvularia, y se espera avanzar a otros niveles.
Y, desde el impacto de su propio quehacer, reconoció en la divulgación científica un espacio inigualable e invaluable para educar en el océano y fortalecer la cultura oceánica a públicos de distintas edades, lugares e intereses.
“La divulgación está pensada para públicos que no le interesa la ciencia, por eso debe ser entretenida, y permite entregar a la ciencia y la cultura oceánica medio de contrabando”, afirmó.
Puede ser una charla distinta a la tradicional, lúdica e interactiva, también juegos, instalaciones inmersivas, obras artísticas, hasta novedosas propuestas de stand-up comedy científico o catas de productos del mar. En todo tiene positivas experiencias.
En esta línea, también se busca instar desde GT-Cocean y la futura estrategia de cultura oceánica el desarrollo de eventos masivos de divulgación y educación sobre el océano, en símil a instancias como el Congreso Futuro o Festival de la Ciencia.
Todo debe ir de la mano con el mejoramiento del marco legal y normativo en materia ambiental y marina, que permita cuidar al océano más allá de áreas marinas protegidas o cuotas de pesca y se consideren aspectos como la contaminación en ríos que amenaza e impacta los mares.