Yoga y aporte al bienestar integral de cualquier persona

19 de Junio 2021 | Publicado por: Natalia Quiero
Fotografía: Cedida | Ingrid Catalán

La disciplina milenaria nacida en India trabaja cuerpo, mente y alma, y se adapta a características de todo individuo. Y todos sus beneficios se celebran cada 21 de junio con el Día Internacional del Yoga.

Un método de sanación integral y cuya práctica se transforma en un estilo de vida. “Eso representa para mí el yoga, porque lo practico y me sano todos los días”, afirma Ingrid Catalán, asistente social de profesión e instructora de yoga por convicción. Lo que ha experimentado en su propia vida la llevó a formarse para favorecerse más y también ayudar a otras personas a través de la enseñanza de esta disciplina milenaria nacida en India y cuyos beneficios para el bienestar integral se celebran cada 21 de junio con el Día Internacional del Yoga, establecido por la Organización de las Naciones Unidas desde 2014.

“Toda mi vida practiqué yoga e inicialmente lo hacía para mantenerme bien físicamente. Pero, con los años fui descubriendo otras bondades, porque presentaba patologías como problemas a la columna y en un período complejo inicié una práctica más regular del yoga y comencé a evidenciar mejoras a nivel físico, pero también espiritual y mental”, cuenta. Esa experiencia despertó su inquietud, ha marcado su camino de aprendizaje y enseñanza del yoga con un enfoque terapéutico y deja de manifiesto su aporte como disciplina holística que trabaja de forma armoniosa y equilibrada todas las áreas del ser humano y en su práctica logra la unión de cuerpo, mente y alma. “El yoga tiene esa gran virtud de que no es una disciplina con sólo un objetivo físico, sino que busca el bienestar humano a nivel mental, emocional y espiritual”, detalla.

 

Ingrid Catalán

Beneficios del yoga

Para profundizar en los beneficios de practicar yoga, Ingrid Catalán cuenta que con las asanas o posturas propias de la disciplina hay claros efectos en la salud y estado físico relacionados a mejoras en fuerza, equilibrio y flexibilidad del cuerpo. Los pranayamas o ejercicios de respiración son otra parte esencial y “ayudan a la oxigenación y al sistema cardiorrespiratorio”, destaca sobre la salud física “y también contribuyen a nivel mental y espiritual, porque trabajan profundamente en calmar la mente”, asevera.

En conjunto, estos elementos conducen a alcanzar una meditación profunda, que define como “un estado de silencio total en la mente, que permite liberarnos de tanto estímulo y estrés que vivimos a diario”. Así, se logra un estado de paz y armonía que también favorece a la concentración y a estar en el momento presente, ayudando a sacar el foco de preocupaciones de resolución futura, lo que reduce tensiones y mejora la salud mental.

El impacto en el bienestar integral también se logra mediante otros elementos o técnicas del yoga como los mantras, entre otros.

Los múltiples beneficios se enriquece, porque el yoga se adapta a las necesidades de la persona, objetivos, características y condición de salud, sostiene Ingrid Catalán; adaptabilidad relacionada con que es muy respetuoso con los ciclos de la naturaleza, resalta. Por ello, es apto para toda persona y cualquiera hallará una práctica acorde.

Sobre esto, explica que “el yoga tradicional de la India es uno, pero en occidente la disciplina se ha diversificado en varias escuelas, ramas y distintos métodos. Cada uno apunta a un sector de la población u objetivo, habiendo ramas o métodos más enfocados al trabajo físico, respiración, meditación o a sanar algún problema físico, mental o emocional”. Y hay sesiones para niños, adultos, personas mayores, embarazadas y pacientes con alguna patología física o mental. “Para lo que se desee y quien lo desee podría encontrar una solución o respuesta en el yoga”, asegura. Incluso, se considera complemento en tratamientos de salud mental o física y existe la yogaterapia como método terapéutico, si bien para la instructora el yoga en sí sanador.

En pandemia y casa

Y ha quedado de manifiesto en estos 15 meses de pandemia de Covid-19, restricciones y confinamiento que han generado que muchas personas hayan conocido o valorado más el yoga ante la necesidad de hallar alternativas para afrontar mejor los pandémicos tiempos y entender el rol del autocuidado para estar y sentirse bien. “El encierro es muy fuerte y aunque nos puede ayudar a prevenir el contagio de Covid, ha golpeado fuertemente la salud mental. La gente necesita una vía de escape y el yoga favorece”, sostiene, reconociendo que internet y las redes sociales han sido clave para acercar la disciplina y sus beneficios a más personas que lo están volviendo su estilo de vida sanador, habiendo muchas clases online gratuitas o a bajo costo que acortan la brecha económica que, junto a la falta de tiempo, solía limitar asistir a clases de yoga u otra disciplina y gimnasios en la normalidad.

Y relevante del yoga es su posibilidad de practicar en casa, porque “el cuerpo es una nuestra principal herramienta”, resalta Ingrid Catalán.

Lo que se necesita es un lugar que permita un poco de movilidad, con alfombra y algún cojín a mano e idealmente silencio para ayudar a pranayamas, meditaciones o savasana (ejercicios de relajo al final de una sesión), aunque no es excluyente ni tampoco si se está al cuidado de infantes. “El yoga no excluye a nadie y si una mamá no puede estar sola, puede incluir a su hijo o hija en la sesión”, cierra.