Tragedia en Chiguayante
19 de Mayo 2025 | Publicado por: Diario Concepción
Señora Directora:
El prestigio de los servicios de taxibuses en el Gran Concepción está lejos de ser el mejor, y es que las diversas tragedias del último tiempo en nuestro territorio han marcado un antes y un después en la percepción del nivel de servicio por parte de sus usuarios, que reclaman con firmeza una mejora sustancial de aspectos básicos del transporte.
Algunas de las tragedias e irregularidades se resumen en; A finales del 2023, con la colisión de un taxibús de la línea San Pedro del Mar con un Biotrén, que acabó con la vida de siete personas, en la cual, según las investigaciones del poder Judicial, se estableció la evidente responsabilidad del chofer de la locomoción colectiva en el siniestro. También, con la tragedia que enlutó nuestros últimos días, en Chiguayante, con el desbarrancamiento de un taxibús de la línea Vía Futuro, y que a pesar de ser un hecho que se encuentra en investigación, se ha determinado el examen de droga positivo del chofer de la máquina de transporte, algo que parece una situación casi irreal para un servicio que se responsabiliza por la seguridad y bienestar de sus usuarios en el transporte.
Además, no es menor mencionar los resultados positivos de droga y alcohol, que han sido una constante en operativos del Senda, específicamente en enero de este año, que llevaron a la detención de choferes del servicio Coronel-Lota. Los niveles de inseguridad al ocupar la locomoción colectiva han aumentado, en una situación que parece desgastarse cada vez más, y que ha encontrado su peak en tragedias e irregularidades que están a vista de todo el mundo.
Pareciera que la solución es evidente, profesionalizar el servicio, implementando un sueldo fijo para los conductores, con un sistema de pago electrónico (pórticos), evitando el pago con monedas, billetes y con ello el corte de boletos, algo que, sin dudas, determina competencias inhumanas entre líneas, por pasajeros y por dinero. Sin embargo, aquello debe ser acompañado de una fuerte fiscalización de los organismos del estado, acompañada por alcotest, narcotest, mediciones de velocidades exhaustivas, exámenes psicológicos a los conductores, y un sinfín de medidas que necesitan ser implementadas/reforzadas, con el fin de evitar tragedias, que lamentablemente, con las condiciones actuales del servicio, van a seguir ocurriendo.
Luciano Vera Correa
Licenciado en Historia
Universidad de Concepción