El triunfo del Sol Invictus

18 de Diciembre 2021 | Publicado por: Diario Concepción

Señora Directora:

Acostumbrados ya a estas encrucijadas, decimos siempre que la próxima elección es la más importante. Lo fue el histórico plebiscito de 5 de octubre de 1988 con el que se derrotó a la dictadura; lo fue también aquella fecha en que Chile eligió a Aylwin en la madrugada de nuestra transición, con el General aún en plenos poderes dentro de las FF. AA. También fue electrizante el triunfo de Lagos, cuando, tras esa apretada segunda vuelta, Don Ricardo desde el balcón de un hotel santiaguino nos decía que había escuchado la voz de la gente. Luego, las sucesivas elecciones de Bachelet y Piñera, paradigmas del binominalismo, homogeneizando un ritmo institucional de dos caras que no se avizoraba poder cambiar. Siempre con temores, pero al final con valentía, los chilenos nos hemos atrevido a avanzar hacia mejores estadios de democracia. Damos pasos positivos y a veces ciertos tropezones que nos botan para volver a ponernos de pie. Parecerá ser el signo de una historia patria heredera de las reyertas propias de la fundación de la república entre o’higginistas y carreristas, entre pelucones y pipiolos, entre conservadores y liberales, entre los del “Si” y los del “No”.

Hoy, al iniciar una nueva era en nuestra historia republicana, tras la más cruenta dictadura que se recuerde, y una transición a la democracia con muchas más luces que sombras, aunque cuestionada por las nuevas generaciones impacientes por sus anhelos de bienestar y modernidad, dimensionamos la importancia del proceso electoral que se avecina, donde nuestro voto no sólo deberá elegir a un presidente y su respectivo gobierno, sino además discernir acerca del modo de apoyo a un proceso constituyente que no podemos dilapidar y que debería inaugurar una nueva etapa para Chile. Lo que está en juego no es la civilización o la barbarie sino el derrotero preciso por donde quiere avanzar la inmensa mayoría de los ciudadanos.

Rodrigo Reyes Sangermani