Ha muerto un demonio

Señora Directora: Estas han sido las palabras de Marcial Sánchez sobre la muerte del ex sacerdote Fernando Karadima: “ha muerto un demonio”. Karadima, quien durante años ejerció como sacerdote, a quien muchas personas se acercaban para sentir la cercanía con Dios, se encontraron con la experiencia del demonio: un depredador de conciencias que abusó de su poder para imponerse frente aquellos que buscaban un padre espiritual, así mismo un depredador sexual que lejos de todo ideal sacerdotal deformó a muchos sacerdotes por su dominio y control.

Por este caso y por tantos abusos que se dan en la Iglesia, donde no se escuchan a las víctimas y se busca que no denuncien; es necesario que la Iglesia sepa responder con firmeza a estos graves delitos que han cometido sacerdotes, reparando todo el daño causado, también en la escucha a aquellas personas con vivencias abusivas, víctimas de estos demonios que aún existen en la Iglesia y que muchos han sido y siguen siendo protegidos por su cargo eclesiástico.

Karadima ha muerto sin ser condenado civilmente, pero la historia lo ha condenado.

Nicolás Fuentes Valdebenito
Estudiante Filosofía UCSC