Responsabilidad social
13 de Abril 2020 | Publicado por: Diario Concepción
Señora Directora:
La emergencia sanitaria por la expansión acelerada del coronavirus ha puesto de manifiesto que la salud tiene carácter global y no reconoce fronteras. Al principio, vimos la patología como una anécdota, propia de tierras lejanas con costumbres exóticas, ajena a nuestra realidad. Sin embargo, los primeros casos en nuestro país aparecieron y, con ellos, la necesidad de apurar la implementación de una serie de medidas para contener la epidemia.
Además, cada persona ha debido considerar la posibilidad de ser un agente de contagio y someter sus intereses personales al bien común, limitando sus libertades y soportando el impacto económico y emocional que de ello se deriva. Sin embargo, no ha sido una práctica generalizada, pues avanzados los días desde el primer caso confirmado aún transitaban personas como si nada pasara, o bien, acaparaban artículos de limpieza y alimentación.
Esta actitud displicente tendrá efectos en la comunidad, ahora más expuesta a la enfermedad, impulsando una mayor demanda en centros de salud, los que gestionarán con dificultad una capacidad que en algún momento se verá sobrepasada. Luego, vendrá la necesaria redistribución de los recursos para la atención, hasta el punto de asumir la gran responsabilidad de resolver quiénes serán atendidos con preferencia, frente a otros que verán desplazadas sus necesidades de atención.
Debemos reflexionar, entre tanta tribulación, sobre una nueva concepción de la salud y la vida en sociedad, que nos permita instalar el amor por el prójimo antes que nuestras mezquinas individualidades.
Ernesto San Martín Zúñiga
Director de Postgrados Facultad de Medicina y Ciencia USS