Inmaculada

22 de Marzo 2020 | Publicado por: Diario Concepción

Señora Directora:

Mientras muchos nos encontramos en la medida de lo posible en cuarentena, buscando modos de seguir operando, vemos también que hay ciertas situaciones que no se detienen. Las inmobiliarias y constructoras siguen demoliendo y construyendo, como lo que en estos momentos ocurre con el ex Colegio Inmaculada Concepción, actualmente siendo destruido para dar paso a un proyecto comercial bien detallado en su medio de prensa algunas semanas atrás. Interesante situación de barrido que no es documentado por los medios y que si bien esta obra tuvo su sentencia hace ya más de cinco años, el hecho de fondo de destruir edificios históricos y reemplazarlos con símbolos del sistema que vivimos como lo que se va a construir ahí no deja de sorprender. En cualquier caso, cuando se inaugure el centro comercial y abran todos esos locales donde lo más probable habrá cafés con gente bonita tomando un “frapuccino”, el brillo y la novedad ocultará la destrucción y alteración de un verde humedal con una rica biodiversidad, reducido en su superficie para dar paso al nuevo colegio y otras obras. Un “cambalache” que de cuajo borró un edificio histórico y la naturaleza local ante la vista y paciencia de autoridades y medios quienes solo tomaron palco, sin escuchar a conciencia a la comunidad, sin cuidar un tesoro que nos beneficia mucho más que un centro comercial y un par de torres que puede que brillen con su diseño e impronta pero que esconderán la destrucción de dos frágiles dimensiones jamás consideradas de manera sensata, seria y profunda en nuestra regulación urbana, el patrimonio natural y el arquitectónico.

Luis Darmendrail Salvo
Historia Arquitectónica de Concepción