Importancia de las emociones

Señora Directora:

Estos tiempos son para muchos una época de ansiedad y estrés, y no sólo para quienes ocupan altos cargos o ejecutan funciones complejas, sino también para escolares, estudiantes universitarios, trabajadores e inclusive adultos mayores jubilados.

El estrés se ha masificado como pandemia y nadie ha procurado enseñar estrategias para enfrentar las altas demandas contextuales, inclusive cibernéticas del mundo de hoy.

Sabemos que no podemos escapar de la rapidez de la información, la orientación al éxito como constructo de vida y de las altas exigencias académicas y laborales. Mas sí podemos centrarnos en el darnos cuenta de que, a partir del manejo emocional y capacidad de centrarnos en el “aquí y el ahora”, podemos escapar del peor enemigo autoconstruido y perpetuado a lo largo de nuestro ciclo vital, el agobio.

Lo primero que hay que considerar es que el estrés o agobio, pueden remediarse con una cuota de autoconocimiento. Existe una tendencia a creer que las causas de estos estados de cansancio mental son derivadas de las características de las tareas o por el exceso de ellas; pero hemos estado buscando en el lugar equivocado, lo que nos falta es desarrollar nuestra capacidad de atención.

Le hemos dado demasiada importancia a la tarea que tenemos entre manos mientras nuestra capacidad de atención está “desperdigada” en variadas actividades simultáneas, en lugar de concentrarnos en sólo una. Ello hace que nuestras emociones adaptativas se vean detonadas de forma descontrolada, evidenciando rabia y miedo, las principales emociones manifestadas de forma recursiva hacen que nuestros patrones conductuales se tornen tóxicos a nivel físico, social y mental.

Así pues, podríamos determinar que la real causa del estrés no está en las exigencias exteriores, en la naturaleza de la tarea o el número de ellas, sino en el interior de cada uno de nosotros, aun teniendo facultad plena de hacer autogestión de nuestras emociones. Estamos estresados, porque no tenemos la conciencia de vivir en el presente y disfrutarlo, haciendo las cosas de forma organizada, plena, en paz y con amor propio.

Ana Carolina Hernández F-.
Orientadora estudiantil USS