No más zonas de sacrificio

04 de Septiembre 2018 | Publicado por: Diario Concepción

Incredulidad, asombro, rabia, pena, preocupación, miedo, desamparo; algunas  o  incluso todas estas emociones nos provocan los hechos que afectan a la comunidad de Quintero en estos días. Conozco bien esa playa, ya que fui muchas veces a bañarme a Ventanas cuando era niña: mi familia decía que ahí el agua era más calentita…

Hoy, lejos de esa playa pero cerca de lo que ocurre en Coronel, me pregunto qué tan distantes estamos de que en esta zona se desate igualmente una catástrofe ambiental como la que están viviendo cientos de personas en la quinta región. Y cómo no hacerse la pregunta si vemos que al igual que allá y en otras zonas del país,  la producción del territorio es definida por los intereses de una élite que lidera las grandes empresas, todo con el consentimiento y promoción de los gobiernos nacionales y locales, alterando el carácter de barrios y ciudades completas con sus intervenciones.

Los parques industriales de Coronel y Escuadrón, la fuerte industria pesquera y las empresas termoeléctricas, la ponen dentro de la lamentable clasificación de  “Zona de Sacrificio”, una nomenclatura que a baja voz se usa para denominar aquellos sectores del país que son utilizados para la generación de “progreso” y donde las y los pobres han de asumir los costos medioambientales que toda la producción genera. Los estudios realizados tanto por el instituto de salud pública (ISP) poco por un laboratorio privado, han demostrado la presencia de metales tales como mercurio, cadmio, antimonio, plomo y aluminio en la sangre de niños y niñas de la comuna.

Desde la comunidad se han levantado frente a estas vulneraciones y es así como han gestionado la realización de estudios al material particulado, han presentado recursos de protección, han impedido – al menos por ahora- la instalación de cultivos salmoneros en la zona. No obstante, no se ha logrado frenar ni menos transformar las lógicas de daño ambiental que operan en la comuna, esto porque quienes negocian la instalación o ampliación de plantas de diversa índole, evidentemente cuentan con mecanismos que intervienen en otro nivel.

Lo que está viviendo Quintero no puede volver a ocurrir, ni en esa comunidad ni en ninguna otra. Por eso ahora es necesario fortalecer la organización y las convicciones; ese ha de ser nuestro principal capital de acción para detener prácticas extractivistas centradas exclusivamente en la generación de capital. Debemos decidir en conjunto el futuro de nuestro país, regiones y barrios, colocando por delante un desarrollo sustentable y armónico que proteja a nuestro pueblo, siendo este quien tenga la soberanía en la construcción de nuestro territorio.

Jessica Jerez Yáñez,
Coordinadora Macrozonal Frente Amplio Biobío