Trabajadores de segunda
26 de Julio 2018 | Publicado por: Diario Concepción
Señor Director:
El pasado 12 de julio se aprobó en la cámara de diputados el proyecto que consagra un contrato alternativo laboral para jóvenes estudiantes que tengan entre 18 a 29 años de edad, el cual ahora debe ser discutido en el Senado. El objetivo de este proyecto era fomentar el empleo en las y los jóvenes, debido a los altos niveles de desempleo en este sector de la población.
Los días posteriores hemos visto como las diversas organizaciones han criticado el proyecto, aduciendo igualmente que el ejecutivo hizo omiso a todas las prevenciones e indicaciones que hicieron al proyecto. Una de las críticas mas recurrentes es la forma planteada para regular la relación laboral con el joven estudiante, ya que el proyecto lo incorpora como un “contrato alternativo especial”. En efecto, lo que se está desarrollando con el proyecto es una diferenciación entre trabajadores, permitiendo que este contrato por el solo hecho de la edad no respete derechos esenciales del trabajador; como el descanso dominical, el derecho al pago de cotizaciones de salud (lo cual tiene como efectos el no pago de licencias médicas por pre y post natal por ejemplo), la continuidad en la jornada, el derecho a vacaciones legales.
No es motivo una política “pro-empleo” para establecer categoría distintas de trabajadores, estableciendo un contrato especial por el solo hecho de la edad, ya que van a desarrollar las mismas labores que los otros trabajadores. Si lo que se quería era fomentar el empleo de los jóvenes, bastaba con agregar normas que faciliten conciliar la vida estudiantil con la vida laboral, como por ejemplo la obligación del empleador de respetar las mallas curriculares y la no consideración de las rentas para efectos de beneficios estudiantiles. Establecer un contrato alternativo solo fomenta la precarización de las y los trabajadores jóvenes, y los transforma en una segunda categoría de trabajadores, lo cual no debiese existir, ya la igualdad en un derecho que debe cumplirse en cada ámbito. Es necesario el rechazo este proyecto, para que esta no sea la puerta al surgimiento de iniciativas que con motivos de “flexibilizar las relaciones laborales”, vayan estableciendo categorías de trabajadores y precarizando las futuras relaciones laborales. Todas y todos debemos tener los derechos laborales que tanto esfuerzo, calle y sangre costaron a nuestros y nuestras antepasados.
Leonardo Torres Mardones
Estudiante Derecho UdeC