Así las cosas: qué esperamos

16 de Enero 2018 | Publicado por: Diario Concepción

Señor Director:

Me suelen decir en casa que soy más considerado con “los de fuera” que con ellos y, para más inri, que tengo un imán especializado en atraer a los cargantes y aguantarlos. Y les entiendo, porque desde la concepción “normal” de las cosas, tienen razón. Un ejemplo: cuando veo que a quienes me atienden se les acumula el trabajo, procuro, si no es urgente, no cargar más; en todo caso, procuro facilitar su trabajo, si puedo. Para nada me considero bueno, o mejor que nadie, sino que sale de mí.

En esta sociedad avanzada (en algunos aspectos, que no en otros), nos hemos acostumbrado sin embargo a mirar para nosotros, a exigir y reivindicar, pero más bien poco a considerar al otro. Nos hemos acostumbrado a luchar y tener que defender nuestro puesto de trabajo, y a pelear después para que no nos lo saturen de contenidos, o de funciones a realizar. También, hay que decirlo, nos hemos acostumbrado en lo social a exigir que las instituciones nos lo resuelvan todo.

En resumidas cuentas, miramos hacia fuera más que hacia dentro y no paramos de exigir, o exigirnos, esperando casi siempre que otros organicen el aspecto de la colaboración.

Mientras tanto, es habitual que nuestros talentos permanezcan a resguardo de la cosa pública, no vaya a ser que la marabunta que camina sonámbula, cebada de superficialidad y basura, arrase con ellos y con nuestros esfuerzos.

Gerardo Hernández Zorroza