Asumir

Señor Director:

No tengo interés en postular ninguna tesis sociológica ni adentrarme en los detalles que explican los resultados de esta elección (si fue por el traspaso de votos desde el FA, lo mal candidato que era Guillier, “los jóvenes que se quedaron en la casa y no fueron a votar”, etc.). Pero más allá de la real representatividad de la cifra del total de votos que hoy se emitieron, no deja de ser llamativo el número de ciudadanos con los que uno comparte el día a día que manifestaron hoy su preferencia en favor de Piñera.

Sin sentirme representado por el oficialismo, miro la última mitad del gobierno de Bachelet y creo que el golpe se siente más duro por nuestra burbuja de amigos/conocidos que uno cree comparten tus valores y los termina asumiendo como sentido común. Nos gustaría pensar que es minoría el viejo que habla pestes contra los inmigrantes en el colectivo, la señora que está en desacuerdo con el aborto “por la vida” pero en realidad le carga que las mujeres tengan derecho a elegir, el tipo de mi edad que cree que la gente es pobre porque no trabaja o el que no estudia es porque no quiere y no porque no tiene dinero para pagarlo.

Pero una vez más, estos porrazos de realidad nos vuelven al país que hemos construido, que es bueno recordar, no se limita al acto de ir a votar en la elección de turno y luego volver a nuestra rutina. Eso es sólo una ínfima expresión del “deber cívico cumplido” que tanto leí en estos días.

Creo que parte del ejercicio para los próximos meses es forzarse a salir de este sopor que hoy nos hace escandalizarnos y ver más allá de la negación en contra del ‘facho pobre’ que todos identificamos claramente, pero que al final es una expresión más del modelo que nos impusieron al crecer.

Efectivamente, bien hicieron la pega en esos 17 años para dejarnos esta ética del “todo vale” en la sociedad consumista en la que vivimos, pero no pasará nada si no asumimos nuestras culpas e impulsamos los matices a ese ‘capitalismo salvaje’, donde una vez más, estoy hablando de cómo plasmamos nuestros propios valores en las acciones concretas que podemos hacer cada uno en nuestro día a día y en las decisiones editoriales de nuestra propia vida, fuera de levantarnos una vez cada cuatro años a formar parte de una elección.

Joaquín Riffo Burdiles