Por: Renato Segura
“Sentar las bases para una fecunda cooperación a nivel político, económico, comercial y universitario” fue el espíritu que, el Intendente Rodrigo Díaz y el vicegobernador de la provincia de Hubei, Cao Guangjing, quisieron impregnar a la presencia de empresas e instituciones de la Región, en la ciudad de Wuhan, entre el 7 y 9 de septiembre.
La delegación compuesta por más de 70 personas, entre los que se cuentan empresarios, instituciones educacionales, organismos públicos y autoridades, tiene la misión de sembrar una semilla para la vinculación de la región del Biobío con un mercado que alberga 60 millones de potenciales consumidores de bienes y servicios, producidos en Biobío.
La provincia de Hubei es una de las 11 zonas de libre comercio que el Consejo de Estado chino ha declarado en los últimos años. Shangai fue la primera, a partir de 2013. Los exitosos resultados del experimento de apertura comercial y financiera fueron el estímulo para que se fueran integrando nuevas zonas a dicha modalidad de comercio.
La relación comercial con China data de mucho antes. La confianza y el respeto mutuo a los asuntos internos de cada país han construido un nexo de confianza que ha conducido que hoy la economía china sea la principal socia de Chile y la Región. Las autoridades regionales, apoyadas por el mundo académico y productivo, han impulsado la profundización de este vínculo.
En este esfuerzo, ha primado la convicción de la autoridad local que el desarrollo del potencial exportador regional es el acicate para el progreso económico y social. Durante la gestión del intendente Díaz, el hermanamiento con las emergentes zonas económicas de libre comercio se ha intensificado. La lectura en esta oportunidad se ha centrado en sumar, a las actuales cifras de exportaciones, la actividad de la pequeña y mediana empresa, tejido empresarial que aún está distante de recibir los beneficios del libre comercio (menos del 2% de la pyme de la región exporta).
Con BíoBío Week, la semilla de integración con una de las 10 zonas económicas más importantes de China, se ha depositado en terreno fértil. La tierra se preparó y abonó con un trabajo permanente y consistente de las autoridades y actores públicos relevantes. Se construyeron redes de confianza y mutuo interés, para cimentar alianzas de largo plazo. Sin embargo, la abundancia y pertinencia del fruto que se coseche dependerá, en gran medida, del cuidado e intervención hacia los brotes que resultan de la semilla ya germinada.