Opinión

Tradición portuaria con impulso Borbón

Por: Diario Concepción 10 de Agosto 2017

Para Concepción no fueron nada de fáciles sus primeros 150 años. No solo debió soportar múltiples destrucciones en su rol de frontera, “espada” y “escudo” de Santiago durante la Guerra de Arauco, sino que también debió levantarse varias veces de terremotos, maremotos y a cuanta dificultad le pusiera la naturaleza por delante. Sin embargo, hacia 1700, las cosas comienzan a cambiar para mejor, con la llegada al trono de España de la dinastía francesa de los Borbones. La corona autorizó el atraco de barcos franceses en puertos americanos, aunque claro, con prohibición de comercializar. Esa medida posibilitó la llegada de los primeros contrabandistas galos a la zona.

Ellos fueron los primeros en descubrir el potencial portuario del entonces surgidero de Talcahuano. Allí desembarcaban su mercadería, en especial ropa, que comercializaban hasta ocho veces más barata que la que llegaba desde Perú. De esta forma, en un par de años Concepción se fue transformando en un interesante centro de negocios. Y como plus, los penquistas comenzaron a adoptar los conceptos de moda y el buen gusto que los franceses traían del viejo continente.

El comercio se intensificó a tal punto que en 1714 llegaron a atracar 15 barcos galos en Talcahuano. Pero el mercado se saturó rápidamente, porque la gente no tenía suficiente poder adquisitivo. Terminado el auge del contrabando, no todos los comerciantes franceses dejaron estas tierras. Algunos contrajeron matrimonio con las hijas de criollos, anclándose así a Talcahuano y Concepción.

Bueno es recordar que los mejores tiempos para nuestra zona, siempre han ido de la mano de períodos de esplendor portuario. Aprovechemos este período tan rico en visitas de autoridades y candidatos de Santiago, para recordárselo a ellos también.

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