Nicole Carvallo C.
Economista Universidad de Concepción.
Hace unos días, en este mismo medio, leí una excelente columna sobre el centralismo. Haciendo un contraste brillante con la capital, se ejemplifica que en Santiago jamás habría un puente a medio terminar o un mercado incendiado sin avance alguno.
En materia económica esta situación es trágica e incomprensible. La totalidad de las decisiones económicas se toman en Santiago, ya sea en materia ambiental, pesquera, agropecuaria, forestal, entre muchas otras áreas de la producción nacional. El sector primario, el fuerte de nuestra producción país se decide en la capital aunque ahí, no exista un metro cuadrado de agricultura, por poner un ejemplo. El cobre que, pese a todo, sigue siendo nuestro principal producto de exportación sólo se produce en el norte pero en Santiago se toman las decisiones de producción y comercialización. Lo mismo ocurre con todos nuestros recursos naturales, principalmente los de exportación. En los sectores comercio y servicios las casas matrices de las grandes empresas están en la capital también.
Lo que es peor aún… muchos bancos y empresas internacionales aun no poseen oficinas en Chile, solo en su país de origen. Esto es nefasto.
¿Por qué? Simplemente porque esto se ha mecanizado a tal punto que las regiones producen y envían su producción, comercializan y envían sus libros contables, proponen pero no pueden disponer y ello va en desmedro de un mercado eficiente en el que la desigualdad social y laboral toma ribetes dramáticos a la hora de competir en forma perfecta y con igualdad de oportunidades. No hay información perfecta para competir en forma adecuada y, para hacer gestión los pequeños o medianos empresarios deben viajar cientos de kilómetros, gastando dinero, ocupando tiempo excesivo y siendo sometidos a la burocracia de un sistema robotizado donde… “hay que ir a Santiago” y “Vuelva en 3 días” son frases clásicas y hablan de un sistema obsoleto dada nuestra geografía.
“In situ” es donde se debe estar para conocer realmente cada mercado productivo, sus fortalezas, carencias y oportunidades. Si el fundo produce y lo hace sin una mano que guíe, las decisiones podrían estar erradas. Las administraciones y soluciones no se pueden ver a través del correo electrónico.
Es imperativo que de una vez por todas salgamos a ver lo que ocurre en Chile, no sólo en Santiago. Esta larga y extensa faja de tierra fértil no puede estar dominada por una pequeña superficie llamada “capital”. El capital, como su nombre lo indica son los recursos necesarios para llevar a cabo una actividad económica… Y estos recursos están mayoritariamente en nuestros recursos naturales que NO están en Santiago.
Cada región es un mundo distinto y las decisiones económicas, productivas y de inversión varían considerablemente de una región a otra. ¿Hasta cuándo este tema sólo será debate? Otra tarea urgente para el próximo gobierno: descentralizar Chile… en la práctica, no en teoría, no con más SEREMIS o cargos… la forma es otra.