Opinión

El ejercicio físico en edad escolar

Por: Diario Concepción 29 de Mayo 2017
Fotografía: Archivo Diario Concepción

Paola Barboza
Directora de Educación Física
de la Universidad Andrés Bello

Si se trata de una práctica formativa, es necesario hacer una evaluación preparticipativa, otra del desarrollo motor y también una del nivel físico.

Incrementar los niveles de actividad física, como iniciar un programa de ejercicio supervisado, son una recomendación no solo para la prevención y tratamiento de una serie de enfermedades, sino que una necesidad
biopsicosocial en la población infantil.

Es por esto que cuando tengamos que indicar o prescribir ejercicio en la población infantil, es necesario seguir una serie de recomendaciones que el profesor de educación física debe considerar en su propuesta de intervención.

Lo primero es determinar cuáles son los objetivos del programa de ejercicio físico, lineamientos que deben considerar algunos aspectos fundamentales, como la edad, género, desarrollo biológico, estado de salud e intereses por la actividad.

Cuando el ejercicio físico tiene fines formativos, la evaluación preparticipativa, la evaluación del desarrollo motor alcanzado asociado a la edad biológica y la determinación del nivel de condición física, serán las consideraciones esenciales que debe tomar en cuenta el educador físico para diseñar e implementar programas de ejercicios ajustados a las necesidades motrices de niños y niñas. Esto sobre todo cuando los objetivos son fortalecer las habilidades y destrezas motrices ya adquiridas, cuando se busca alcanzar niveles superiores en el desarrollo motriz o la adquisición de habilidades para la práctica deportiva.

Una vez que se ha determinado los objetivos y la condición inicial (salud y/o motriz) de los niños y niñas, viene la tarea del educador físico, quien debe proponer actividades y ejercicios a desarrollar, siempre teniendo en cuenta y siguiendo a lo menos los principios de individualidad, progresión, alternancia y recuperación.

Posiblemente, cuando los objetivos de los programas de ejercicio tienen una finalidad ligada a la salud, lo primero que se debe considerar será realizar una evaluación preparticipativa y una consulta médica preventiva, con el propósito de identificar factores de riesgo y alteraciones orgánicas asociadas a la práctica de ejercicios físico.

Como un apoyo a este proceso, el doctor Rodrigo Concha (académico Unab) realiza algunas importantes recomendaciones e indicaciones para tener en cuenta. En primer lugar, al hablar de evaluación médica deben estar muy claras dos consideraciones.

La primera de ella se relaciona con la anamnesis médica. Esto se refiere a la exploración de antecedentes personales del niño, como patologías cardiovasculares, malformaciones vasculares, enfermedades del tejido conectivo, cuadros convulsivos de la infancia, como así también antecedentes familiares de presencia de este tipo de patologías o problemas de salud.

La segunda es la realización de un completo examen físico. Que se evalúe antropometría, malformaciones torácicas, presión arterial, frecuencia cardiaca, soplos, arritmias y estado de percusión corporal (pulsos).

Es discutible, incluso en las sociedades científicas, el costo y la efectividad de los electrocardiogramas. Sin embargo, las opiniones de expertos, que yo también suscribo, es que debe ser un examen reservado para la práctica de deporte especifico, con plan de entrenamiento o definitivamente de alto rendimiento, pero no un requisito para quienes tienen como principal finalidad la realización de actividad física escolar o recreacional.

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