Editorial

La insatisfactoria calidad ciudadana de los chilenos

Por: Editorial Diario Concepción 17 de Octubre 2017
Fotografía: Agencia UNO

Bien puede ser que lo único que llame la atención en los resultados de un estudio para evaluar la calidad ciudadana de los chilenos, es que no se haya hecho más frecuentemente, es muy posible que la falta de interés en someter a prueba esa calidad se deba a que no hace falta demasiada investigación para tener sobre el particular una impresión lamentable, que más bien sea lo contrario digno de destacar; la relativamente rara instancia de la cortesía, de la gentileza, de la honestidad.

No se trata de enfatizar aquellos aspectos negativos de nuestra idiosincrasia, sino enfrentar la realidad, exponerla y aceptarla, sensibilizarnos para dar a esta realidad una vuelta hacia el indicador mejor, ya que sin aquello la autocrítica no parece funcionar, en efecto, un estudio sobre integridad pública y privada realizado por la Facultad de Comunicaciones de la U. del Desarrollo (UDD) junto a Kpmg y Chile Transparente, parte por señalar que si se pregunta a cada uno sobre su comportamiento individual, la respuesta es un categórico “sí”. En cambio, cuando se consulta por el comportamiento de los demás, el 58% de las personas indica que los chilenos no son buenos ciudadanos.

En el estudio, se detecta igualmente diferencia en los valores prioritarios, según la condición socioeconómica del entrevistado, de tal manera que integridad para sectores altos se vincula a honestidad y transparencia, y para los más bajos, con respeto y preocupación por los demás, la encuesta contenía aspectos relevantes para situaciones imperantes en la sociedad chilena contemporánea, como los altamente preocupantes últimos hechos de corrupción que se han conocido en el país.

Ante esa interrogante, se repite la tendencia de un gran contraste entre la visión que la gente tiene respecto de sí misma versus la que tiene del resto de los ciudadanos, como observa uno de los conductores del estudio. “existe una muy buena percepción de nuestras conductas, pero se castigan fuertemente las conductas de terceros”, en ese contexto si bien se describe a los políticos como corruptos, no se reconoce que individualmente las personas cometen actos de corrupción.

La investigación recogió definiciones de los consultados relativas a las características del buen ciudadano, al consultar sobre qué es lo que lo distingue, se alude en primer lugar a la importancia que éste le da al cuidado del medioambiente, 86%, seguido por ayudar a personas que estén en peores condiciones (78%). Por otra parte, el mal ciudadano es descrito como individualista y materialista, con falta de educación cívica, sin confianza en otros, entre otros.

Entre las razones que explican el comportamiento que no se adecua al de un buen ciudadano, el estudio resalta al individualismo y materialismo (28%), la falta de educación cívica (24%), la falta de confianza entre las personas (15%) y la baja fiscalización de malos actos (14%), entre otros.
Particularmente revelador es el hecho que al juzgar cuán transgresores son los chilenos en general, la cifra es 53% de bastante transgresores, sin embargo, si la pregunta es cuán transgresor es el individuo consultado, es porcentaje baja al 8 por ciento.

Es ya hora de reflexionar sobre qué nos ha ocurrido a los chilenos para exhibir tantos rasgos socialmente indeseables y tanta habilidad para ver la paja en el ojo ajeno, cambiar para hacernos mutuamente la vida más grata.

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