Editorial

La violencia en el aula deteriora el rendimiento escolar

Por: Editorial Diario Concepción 08 de Agosto 2017
Fotografía: Archivo | Agencia UNO

Para poner el tema de violencia escolar en el debido contexto, para evitar que se le agrupe junto con aquellos de evidencia anecdótica, esta situación se ha expuesto como producto del trabajo conjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Aunque la publicación es relativamente reciente, contiene datos recolectados en 2013 por el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo con una base que incluye a 95 mil niños de 6° básico y 5.037 profesores de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Paraguay, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay.

Además de todas las consecuencias directas de la violencia, y de las secuelas sobre las víctimas, que han sido objeto de análisis y que pueblan las estadísticas de los de servicios de salud, hay una relación negativa que oblitera el principio básico de la activad escolar, que es producir los aprendizajes. Así lo da a entender la relación desfavorable y proporciona, y entre violencia y rendimiento escolar.

Dentro de los 15 países latinoamericanos analizados por un estudio de Cepal y Unicef, en Chile se ve la relación más fuerte entre ambiente de aula violento y caída de puntajes en pruebas de ciencia, matemáticas y lectura. Se concluye que la violencia declarada por los estudiantes al interior de la sala de clases es el factor que se asocia en forma más consistente con una reducción en el rendimiento, medido en los puntajes de las tres asignaturas evaluadas.

En una declaración de una coautora del estudio y oficial de Asuntos Sociales de Cepal, se expresa “en las escuelas donde más niños perciben un ambiente de aula violento, se observa una reducción de más de 20 puntos en los resultados de lectura y matemática, y de 33 puntos en ciencias, que en educación básica privilegia el trabajo en grupos pequeños, lo que puede afectar a estudiantes que se sienten excluidos”.

El estudio, titulado “Las violencias en el espacio escolar”, describe una realidad intranquilizadora que afecta de diverso modo a todos los países consultados; en la sala hay burlas entre compañeros y temor a ser golpeados; en el entorno de la escuela hay robos, vandalismo y venta o consumo de drogas, además se observa que los estudiantes de grupos discriminados como inmigrantes, indígenas, estudiantes de hogares de nivel socioeconómico bajo y niños que trabajan perciben mayores niveles de agresión entre pares, de igual manera son los estudiantes hombres quienes perciben y se involucran más en actos de violencia.

Los resultados del estudio son consistentes con otros que muestran que en Chile la alta segregación de los establecimientos educacionales y la consiguiente homogeneidad de sus estudiantes llevan a que estos no sepan relacionarse con gente distinta, generando tensiones que se pueden expresar en algún grado de violencia, estereotipos y prejuicios que bloquean la eventual convivencia.

Hay un espacio no ocupado en muchas familias para discutir este fenómeno, pero además, surge la necesidad de reexaminar las actitudes de los profesores con una lógica de castigar y sancionar, cuando se requiere en cambio una instancia de reconocimiento y valor de la diversidad y de relaciones más igualitarias y respetuosas que resultan mutuamente enriquecedoras.

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