Dicen que cuando un jugador está en su mejor momento, le sale todo. Lo anterior aplica perfectamente para el volante aurinegro Kevin Guajardo, quien lideró el triunfo de Fernández Vial por 3-1 sobre Colina en el Ester Roa.
Los ferroviarios, como es tónica cada vez que juegan en condición de local, siempre tuvieron la intención de jugar fútbol. Les costó, ante un rival que lejos de proponer sólo buscó replegarse bien desde el fondo, jugar rápido mediante el contragolpe o apostar a alguna pelota detenida. Recurso muy válido en el fútbol y que siempre complica al “Almirante”. Era un partido pálido y sin chances claras de gol para ninguno. Los porteros no eran protagonistas y el partido se disputó, por largos minutos, en el mediocampo.
Pero llegó el 29’, instante en que desde la hinchada aurinegra y el ambiente del estadio, se escuchó a coro un ruido de molestia, de clara insatisfacción por una pelota que desde alrededor de 30 metros, Kevin Guajardo, intentó meter en el área de Colina. No se supo si fue un pelotazo o un despeje, lo cierto es que la pelota lentamente fue bajando y de manera increíble se coló en el arco que defendía el portero Vera. Nadie lo podía creer, pero a fin de cuentas un golazo que solucionaba los problemas de un equipo al que le costaba abrir la cuenta.
Joaquín Muñoz fue importante pieza ofensiva por el sector derecho, franja donde Fernández Vial enfocó sus ataques. Eso sí, faltó precisión en la puntada final, ya que en el área ni Barrera ni Avello, que a ratos se descolgaba, lograron concretar. Pérez se proyectó poco por la orilla izquierda, pero cuando lo hizo causó peligro. Así llegó el entretiempo.
En el complemento, el portero visitante se transformó en figura evitando el 2-0 aurinegro. Lejos del grosero error cometido en el primer gol, Vera fue importante pieza de Colina en la segunda mitad. Pero, fiel a su estilo, la visita, con más coraje que fútbol, logró empatar el partido. Pelotazo largo al área que capturó Retamal y el lateral superó a Cuéllar dejando el marcador igualado.
Todos los fantasmas se hicieron presentes en el Ester Roa, los mismos que el año pasado rondaron por el mismo recinto y dejaron sin ascenso a un equipo que perdió puntos claves en casa. Eso sí, esta no fue la excepción. Otra vez Guajardo, aunque en esta ocasión con un buen gol, mediante golpe de cabeza tras tiro libre de Paiva, marcó el 2-1 para Vial. Un desahogo. El local manejó el partido a su favor, aunque consciente de que cualquier imponderable podía quitarle los tres puntos que tenía en el bolsillo.
Nada de eso, tiempo adicional y Paiva timbró una victoria que terminó siendo clara y sólida. El “Almirante” se hizo respetar en casa, se mantuvo segundo en la tabla y más vivo que nunca