Deportes

Bases de evaluación nutricional para la actividad física

Por: Diario Concepción 11 de Septiembre 2017
Fotografía: Romilio Pasmiño G.

Hernán Rojas Escobar
Nutricionista
Dirección de Servicios Estudiantiles (Dise)
Universidad de Concepción

Nuestra cultura hace que, por lo general, los chilenos tomemos cursos de acción en forma rápida en los más variados ámbitos. Ello implica adoptar determinadas posturas sin mediar medidas evaluativas, que nos permitan tomar decisiones adecuadamente. Esto ocurre especialmente en el área de la actividad física y de los deportes.

Desde mi perspectiva, esto puede pasar por tres razones fundamentales. En primer lugar, porque no hubo una evaluación médica previa, que le permitiera a la persona conocer los aspectos básicos de su real estado de salud, y de cómo se encontraba en términos generales antes de comenzar a realizar una actividad física determinada.

En segundo término, esto puede producirse no existe una evaluación nutricional previa, que le permita conocer su estado físico en general, ignora sus parámetros antropométricos reales, y su relación entre ellos y tercero, a pesar que se alimenta, lo hace bajo las condiciones de sus hábitos alimentarios particulares, sin evaluarlos con algún profesional que lo oriente debidamente.

En este contexto, es muy importante, primero, acudir a un médico que le prescriba exámenes de salud básico, que contemplen los aspecto generales de su actual condición y también de su particular historia familiar, lo que igualmente es un aspecto relevante a tener en consideración previo al inicio de cualquier rutina deportiva.

Cada persona debe conocer sus parámetros antropométricos básicos, los que incluyen el peso, la estatura, el índice de masa corporal, el porcentaje o índice de masa de grasa, los kilos de masa de grasa, lo kilos de masa magra u otros tejidos, circunferencia de cintura y de cadera.

Junto con lo anterior, a través de una anamnesis dietaria, cuyo período la fijará el o la nutricionista tratante, se puede, en primer lugar, establecer los hábitos alimentarios, que son en el fondo los que determinan la ingesta de alimento sólido y líquido y los horarios de ingesta que debe tener una persona, pues esto también es fundamental si la práctica de una actividad deportiva está ligada a obtener algún tipo de resultados, como la pérdida de peso o aumentar la masa muscular, por ejemplo.

Una vez obtenidos los resultados de estos tres aspectos importantes en la evaluación de las condiciones básicas del postulante o practicante de actividad física o deportiva, es necesario cruzar esta información obtenida. Una vez que se realiza ese proceso, es posible establecer un diagnóstico objetivo y confiable, sobre el cual podrán definirse las distintas estrategias médicas, nutricionales y físicas, para que la actividad deportiva entregue sus reales beneficios al individuo. Con todos estos datos, la persona podrá trazar sus metas en base a sus condiciones físicas y mediciones al momento de proyectar un plan de entrenamiento.

Los aspectos sugeridos no son difíciles de implementar, y nos necesarios para obtener un mejor rendimiento y aprovechar al máximo los beneficios de la disciplina a practicar. Nuestro país y nuestra Región cuentan con profesionales cada vez más capacitados e idóneos en nutrición humana y también en el ámbito deportivo, a los cuales acudir. Por ello, a informarse para disfrutar de la mejor manera del deporte.

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