Cristián Monsalves estudia derecho y es una de las figuras del equipo de taekwondo de la UDD, que próximamente afrontará el torneo Adesup.
Dice que como la mayoría, de niño le gustaban las películas de artes marciales. Eso, y el hecho de que varios de sus amigos practicaban alguna disciplina de ese tipo, hicieron que Cristián Monsalves (26) siempre se interesara por ellas.
A los 11 años tuvo la oportunidad de cumplir su anhelo, cuando entró a la escuela de taekwondo que la profesora Viviana de la Rosa tenía en el
Estadio Ester Roa Rebolledo. Ahí permaneció dos años, aprendiendo los fundamentos del espectacular deporte de contacto, pero del que no volvería a saber por un buen tiempo.
Porque tras aquel par de temporadas, se dedicó a otros deportes como la gimnasia artística, mientras que su enseñanza media en el Colegio Salesiano fue más bien enfocada en lo académico.
Aunque según reconoce, nunca se olvidó de lo entretenido de la especialidad y de la facilidad que tenía gracias a una base deportiva diferente a los chicos de su edad.
Por eso, apenas ingresó a estudiar Derecho en la Universidad del Desarrollo (UDD) y quiso buscar algún deporte para hacer, no lo pensó dos veces cuando supo que se dictaba la clase de taekwondo. Sin buscarlo, se le presentaba la gran ocasión para retornar a la actividad que tanto le embelesó en su niñez y, mejor aún, todavía en su plenitud vital.
El mejor remedio al estrés
Pese al deseo de mejorar día a día, Cristián dice que lo que más lo apasiona del deporte, por sobre ganar todas las competencias, es la cantidad de beneficios que le entrega en su vida cotidiana. “Para mí no se trata de ser el mejor, me gustan las artes marciales por todo lo integral que ofrecen a la persona. En lo personal, me ayudan a botar toda la tensión de los estudios; entreno dos veces a la semana y, si falto un día, ando estresado y me siento más cansado”, asevera.
Desde ese punto de vista, celebra que además no haya tenido que utilizar nunca sus conocimientos fuera del gimnasio. “Por suerte nunca me tocó tener que pelear en la calle. Con mi instructor hablamos harto al respecto, y siempre le cuento del temor que alguna vez ocurra y con un golpe mal dado pueda lesionar de gravedad a alguna persona. No es algo que uno llegue y utilice de buenas a primeras. Por eso digo que afortunadamente, en mi caso, esta disciplina significa sólo cosas buenas, relajo y buena salud”, celebra.
El esfuerzo como ley
Como una experiencia totalmente nueva cataloga el deportista su llegada al curso de taekwondo de la UDD, a cargo del maestro, Juan Pablo Contreras. “Ha sido excelente, tengo un profesor muy completo, así es que creo que llegué al lugar perfecto para poder entrenar y mejorar”, adelanta.
En ese aspecto, Monsalves refiere el crecimiento logrado al amparo de su casa de estudios en estos tres años de trabajo. “Lo que más he aprendido con él es técnica, porque cuando yo practiqué la primera vez tenía 11 años, era bastante pequeño y no tomaba mucho el peso de lo que estaba aprendiendo. Ahora uno busca la perfección, la limpieza en las ejecuciones y también se prepara con mayor fuerza en combate de cara a los campeonatos. Mi profesor compitió mucho, fue seleccionado nacional y sabe de lo que habla”, destaca.
Y aunque admite que no se considera el mejor, asegura que todo lo compensa con sacrificio al 100 por ciento. “Lo mío es el esfuerzo, trato de practicar taekwondo y complementarlo con otras cosas que me puedan ayudar. Si flaqueo en algo, trato de ponerle garra para que me vaya mejor”, precisa el cinturón amarillo punta verde de la categoría menos 68 kilos.
Por el año de la consolidación
Aún cuando este será apenas su segundo año competitivo en el torneo universitario Adesup, Cristián Monsalves tiene metas altas para el certamen de esta temporada que comenzará el próximo mes.
“Somos cuatro deportistas que representamos a la UDD en este deporte y se nos sumarían dos chicas que se integraron este año a las competencias. Hemos trabajado muy bien en cada práctica, nos complementamos bien, así es que en lo personal quiero tratar de avanzar lo más posible y llegar a las finales junto a mis compañeros, algo que hasta el momento no se nos ha dado. Hay equipos muy fuertes como la UdeC y la UBB, pero nosotros estamos compenetrados en superar las expectativas”, proyecta.
Cristián resalta el aporte de su entrenador para poder fijarse objetivos altos. “El apoyo del profesor Juan Pablo es fundamental para mi crecimiento. También quiero destacar la ayuda del DAE de la UDD y de su encargado de deportes. Ellos nos gestionaron la compra de un tatami, algo que hace rato estábamos esperando y resulta clave para nuestra preparación. Son una mezcla de factores que, junto a nuestro esfuerzo, nos darán éxitos”, cierra.
Carolina Echagüe M.