Rodrigo Álvarez será parte de la edición número 12 del Córdoba Jazz , iniciativa que no sólo aborda la difusión de este estilo musical, sino también el intercambio de conocimientos.
En lo cotidiano, el músico de jazz Rodrigo Álvarez se mueve entre el mundo académico y lo que acontece en los espacios locales relativo a los sonidos sincopados, ya sea de manera independiente como también colaborando como parte de alguna banda. Una dualidad que mantiene en constante movimiento y con la agenda llena al también compositor. Conocimientos tanto fuera como dentro del escenario que llevará desde mañana, y hasta el próximo viernes 21, a la edición número doce del Córdoba Jazz Camp 2017.
“Dentro de lo académico, me invitaron como apoyo, haré clases de bajo y también tomaré algún ensamble. Por otra parte, en lo musical, presentaré temas de mis discos ‘Concepción’ y ‘Creciente’ en formato quinteto y cuarteto con intérpretes argentinos y norteamericanos. Por último, la Córdoba Jazz Orquesta (Big Band) me pidió un arreglo de mi música para tocarla, y estoy ansioso de oír cómo resultará”, comentó.
Esta no es la primera vez que el músico -que en esta ocasión va apoyado económicamente por un Ventanilla Abierta, del Consejo de la Cultura- participa de esta instancia, ya que en versiones anteriores igual impartió sus conocimientos y música, una vivencia que atesora y aseguró resultó muy valiosa.
“Es una de las cosas lindas que me ha pasado en mi vida musical, es una experiencia muy enriquecedora, te encuentras con muchos músicos que están en lo mismo que tú, algunos más adelante del camino y otros más atrás, pero todos con un ánimo de contribuir al otro. Lo otro interesante del campamento es que se hace en lugares foráneos de la ciudad, son campos y todo es muy lindo, es un descanso para los citadinos”, dijo Álvarez.
Intercambio cultural
En esta línea de fraternidad e intercambio con intérpretes del otro lado de la cordillera, es que el músico penquista invitó en mayo pasado a Germán Simán, baterista y uno de los fundadores de la Córdoba Jazz Orchestra, dependiente de la Fundación Cultural La Escuelita y organizador del Córdoba Jazz Camp. El músico trasandino realizó diversas presentaciones en la capital regional y conoció algo de la movida del jazz penquista.
“Para mí es excelente la cierta conexión entre los músicos de allá y acá. Haber contado con la visita de Germán en Concepción fue algo genial, ya que no sólo pudo realizar la difusión del evento, sino también tocar conmigo y otros músicos penquistas. Un lazo que se seguirá nutriendo y alimentando, ya que en septiembre próximo viene como invitado a la ciudad el destacado guitarrista Juampy Juares, de Buenos Aires”, señaló el contrabajista.
Esta unión se ve reforzada por “el convenio de cooperación cultural con la ciudad de Córdoba, que se firmó hace casi 2 años acá mismo en Concepción. Éste contó con el apoyo de Mauricio Castro de la municipalidad penquista y Sebastián Torres, director del Centro Artístico Cultural de Concepción. Un acuerdo que intentó -e intenta- generar actividades de intercambio”, añadió el músico.
Saliéndose de esa relación chileno-argentino, y más en el plano de la trayectoria independiente de Álvarez, el penquista no ve como opción el grabar un nuevo álbum -su último trabajo “Concepción” data del 2015- y está más bien enfocado en conformar una banda para reinterpretar lo grabado hasta el momento.
“Este segundo semestre tendré mucha carga académica donde hago clases, por lo que se me complica proyectar grabar un disco. Más bien, pretendo organizar un ensamble con composiciones mías, ya sean nuevas o extraídas de los discos”, concluyó.