Cultura y Espectáculos

Balmaceda presenta antología por sus 25 años de trayectoria

Por: Mauricio Maldonado 28 de Junio 2017
Fotografía: Romilio Pasmiño G.

El compilado literario “¿Quién dijo que todo está perdido?” reúne a un selecto grupo de plumas que han sido parte de los talleres de la corporación. 

Es complejo y difícil tratar de resumir la trayectoria de una corporación en un solo texto, pero “¿Quién dijo que todo está perdido?” cumple con este objetivo de gran manera. La antología, cuyo lanzamiento será este viernes a las 19.00 horas en Colo Colo 1855, es el resultado de una convocatoria realizada en 2015, dirigida a jóvenes y talleristas que durante los 25 años de Balmaceda Arte Joven han pasado por sus talleres de literatura, en las cinco sedes que tiene la corporación a lo largo del país.

“Es una antología histórica, cualquier persona que pasó por alguno de los talleres de Balmaceda podía enviar algún relato. La convocatoria se realizó durante todo el 2015 y el año pasado se llevó a acabo el proceso de selección y edición de los trabajos, los cuales ahora reúne este volumen”, detalló Rodrigo Hidalgo, editor de la compilación.

Es así como esta publicación junta trabajos de 30 destacadas y destacados escritores, de variados lugares, edades y estilos. “Llegaron alrededor de 50 textos y se trató de dejar, idealmente, una muestra representativa de los talleres que se imparten en las diferentes sedes. Hay cuentos de personas muy jóvenes como también gente que ha hecho el proceso completo. Es decir, en Balmaceda ha ocurrido que muchas personas parten en los talleres, después hacen su camino literario y después vuelven como profesores, escritores que alguna vez han sido alumnos y regresan como docentes”, señaló Hidalgo.

Ejemplo de esto es Alfil Gómez, quien es parte de la antología con su cuento “El síndrome de Mari Moliere”, y que ha hecho una carrera literaria y ha compartido su experiencia desde su participación en Balmaceda.

“Creo que me inicié en la escritura de verdad en Balmaceda. Entre el 2001 y 2002 hice un taller con Juan Pablo Sutherland y de ahí hice a mis amigos escritores y me introduje en el mundo literario. En el fondo lo que uno aprende ahí, más que ha escribir, es a corregirse, es la esencia de los talleres, darse cuenta que uno quizás no sea tan bueno o cómo arreglar en lo que uno falla”.

Rica diversidad

Para el editor del compilado, los treinta cuentos seleccionados “tienen la gracia en la diversidad, como son muy distintos en edades y las pertenencias territoriales, las búsquedas literarias son muy diversas. Hay algunos que son más tipo microcuentos, que no se extienden más allá de una página, y hay otros que evidentemente se explayan por muchos pasajes más”, dijo.

Ahondando en lo más temático, Hidalgo apuntó que “están los cuentos mucha influencia de la realidad y situación cultural actual, o sea, zombies y vampiros, muy influenciado por la televisión, hay cosas bien gore, mientras que hay otros que se van en el tradicional y clásico realismo sucio o crudo, que están sustentados en la realidad inmediata. También hay relatos que derechamente son metaliterarios, en el sentido que se tratan de la escritura misma. Hay un arco de propuestas y de búsquedas bastante diverso”.

Pero la antología no queda sólo ahí, pues “incluye de todo, desde cuentos que hablan de los Derechos Humanos, pasando por la causa mapuche hasta del Chile globalizado lleno de inmigrantes. Hay muchos cuentos que se sitúan en Bolivia, Indonesia, Perú, entre otros, con protagonistas de los relatos que no son chilenos. Otro signo muy claro de lo contemporáneo de la antología”.

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