Cultura y Espectáculos

Director de “Blanca Oscuridad” entrega su mirada de la tragedia de Antuco

Por: Mauricio Maldonado 25 de Mayo 2017
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

El documental, sobre los 45 soldados que murieron de hipotermia en Antuco el 2005, tendrá hoy su última función -a las 19.00 horas- en la Alianza Francesa.

La tragedia de Antuco es uno de los episodios más recordados por la memoria colectiva nacional reciente. Ocurrida el 18 de mayo de 2005, aún permanece en la retina ese fin de semana largo, en que 44 jóvenes conscriptos y un sargento murieron producto de un extenuante y exigente entrenamiento en terreno.

El realizador Juan Elgueta Ortiz reconstruye esta tragedia en “Blanca Oscuridad”, documental que profundiza en este lamentable hecho a través de inéditas imágenes de archivo de los jóvenes, dos meses antes de su muerte, y de testimonios de sobrevivientes y familiares.

Como parte del ciclo Miradoc, hoy a las 19.00 horas en la Alianza Francesa (Colo Colo 1 esquina Víctor Lamas), este conmovedor y revelador trabajo proyectará su última función local.

“Fue cuando trabajaba en el documental ‘Huellas en la Nieve’ que me fui sumergiendo en la historia de esta tragedia, y me fui dando cuenta que ya habían pasado 5 años. Viajé a Los Ángeles, y poder conversar con personas relacionadas con la tragedia, poco a poco me motivó y llevó a meterme en el proyecto”, puntualizó el director.

Además, la cordillera y la actividad relacionada en torno a ella no es un tema ajeno para Elgueta. “Yo escalaba junto a mi padre desde muy pequeño, y siempre he tenido una relación cercana con la cordillera y su clima, con la nieve, he observado mucho esto y lo sigo haciendo”, dijo.

En palabras del realizador, y a modo de resumen, este largometraje de no ficción “habla sobre jóvenes que, para hacer reales sus sueños o simplemente huir del letargo de la pobreza, concentran sus vidas en la carrera militar, una existencia alternativa con el fin de cambiar sus destinos que parecen irreversibles”.

Un tema difícil y complejo de abordar, debido a la tremenda carga emocional y de sentimientos que desencadena el recordar lo acontecido para los familiares y para quienes sobrevivieron.

“No fue algo fácil, entendiendo que esta historia es muy potente y terrible. Básicamente, me demoré 5 años en realizar este documental, de los cuales los dos primeros años fueron de investigación, proceso que hicimos y armamos acudiendo a todas las ceremonias, velatones, marchas y conmemoraciones que se hicieron en Los Ángeles”, señaló.

Al respecto, agregó que “ahí conocimos a muchas personas relacionadas con lo acontecido, y pudimos estructurar un relato en torno a algunos relatos, los cuales quedaron totalmente definidos en el tercer año de producción. Es así como seleccionamos a Rodrigo Morales y Pablo Urru, sobrevivientes de cada una de las compañías que marcharon ese día, más la familia de Jonathan Bustos, quien fue uno de los fallecidos. A partir de ese entonces dejamos de lado todo lo relacionado con las indemnizaciones, culpabilidad, presos, etc, para meternos de lleno en la historia humana”.

 

Sin buscar culpables

Es a través de las experiencias de vida de estas personas -familiares y sobrevivientes- que se va desenvolviendo el trabajo audiovisual. En detalle, el documental “abarca desde que los jóvenes entran al servicio militar, pasan dos años en el regimiento, preparándose para subir a Antuco hasta que parten en la marcha. Relatamos esa caminata a través del testimonio de los sobrevivientes -cada uno por separado- más el relato en voz en off de Jonathan Bustos -hecha por un actor- y que le da un conocimiento más acabado de lo que fue para él y su familia, y lo que significa entrar al servicio militar para un joven de 18 años”, confesó el director.

Sobre la finalidad u objetivo de haber realizado un documental basado en esta tragedia, Elgueta comentó que “era importante hacer un registro que no tuviera como misión buscar culpables, dar datos judiciales y enfocarse en el melodrama, sino que desarrollar una perspectiva más filosófica de la condición humana.

Además, dijo que “buscábamos una reflexión en nuestra sociedad sobre la manera en que hoy en día lidiamos con este tipo de eventos y que, en mi opinión, debido al mundo en que vivimos, siempre impera el ‘tenemos que seguir adelante’, ‘sin detenerse’, ‘no parar’. Lo que no nos da cabida a tener, aunque sea por un momento, la posibilidad de vivir el dolor sin presiones y sin culpas”.

El valor de la entradas para la última función de “Blanca Oscuridad” -en el contexto del ciclo de documentales Miradoc- es de $1.000 general y $500 estudiantes.

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