Ciudad

Sector Lo Pequén rechaza cambios al Plan Regulador

Por: Daniela Salgado 16 de Agosto 2017
Fotografía: Gentileza Comité Vecinal Lo Pequén

Los vecinos del Barrio Lo Pequén se sienten sobrepasados. Desde que comenzó la construcción de la ciclovía en la Avenida Roosevelt, han debido presenciar a diario el aumento en la congestión y las dificultades para transitar en el sector. Pero esa no es su mayor preocupación, para los residentes la gota que rebalsó el vaso es la modificación del Plan Regulador Comunal de Concepción que proyecta trasformar las vías definidas como locales por unas de alta capacidad y convertir a la calle Nonguén en una alternativa para descongestionar Collao.

“En el Plan Regulador nos encontramos con que se pretende unir la Calle Nonguén con Antonio Varas. Esto provocará, supuestamente, que se descomprima Collao pero a costas que se corte el bosque y que las calles cambien de sentido”, afirmó Juan José Calderón, arquitecto y residente de calle Mac-Iver.

El problema radica para los vecinos, que el sector no cuenta con las condiciones estructurales para experimentar un aumento tan sustancial del tránsito. Esto porque las calles son estrechas, con muchas curvas y son utilizadas en su mayoría como estacionamientos.

Fue en una asamblea, organizada por la municipalidad y donde se les informó de los trabajos de la nueva ciclovía, que los residentes dimensionaron cómo se verían afectados con el mega proyecto. Según explicó Daisy Retamal, cuando se dieron por enteradas, ya estaba suficientemente avanzado “nosotros conocimos esta iniciativa cuando estaba todo listo. Luego nos dimos cuenta que había un descontento generalizado de la comunidad y decidimos organizarnos”.

El porqué del desconocimiento de la medida, tiene una explicación muy simple: la unidad vecinal de Lo Pequén al momento en que la municipalidad comenzó con las consultas ciudadanas, estaba vigente pero inactiva. Por lo cual, la primera medida fue “reactivarnos porque de lo contrario jamás seremos consultados por cualquier modificación que se quiera hacer”, indicó Retamal.

Un Barrio Tradicional

En la década de los 40, post terremoto del 39’, se construyó la denominada Población Concepción, situada al oriente de Avenida Roosevelt, tomando por el norte una porción del Cerro Caracol y a los pies del cerro La Virgen. Las casas fueron creadas para la Caja de Empleados Públicos y Periodistas y en 1947 fueron vendidas en su mayoría a profesores de colegios fiscales.

Fue en esos años que llegó al sector, Silvia Díaz. Según recuerda, el barrio se caracterizó por tener identidad propia, “era un lugar tranquilo. Nuestros hijos se juntaban, ponían una red y jugaban vóleibol. Hoy con el constante paso de autos esos es impensado”.

10 años más tarde, Miguel Ángel Alarcón compró una vivienda en calle Mac-Iver, a su juicio “el 80% del barrio está tal cual lo conocí en aquella época. Lo único diferente son los edificios nuevos”. Es justamente esa cualidad a la que apelan los residentes antiguos y aquellos que optaron por vivir en ese sector. Ellos anhelan que esa identidad de barrio no se vea altera por lo que consideran “un equívoco concepto de progreso”.

Estacionamientos

Debido a las características propias del lugar, al tratarse de una importante pendiente, la mayoría de las casas de Lo Pequén cuentan con un solo estacionamiento o carecen totalmente de él, por lo que usan la calle para esos fines. Este hecho reduce aún más los seis metros de calzada con los que cuentan los vehículos para desplazarse por la doble vía de calle Nonguén.

A esto se le suma que los funcionarios y administrativos de los servicios colindantes como el Hospital Regional, la Universidad del Desarrollo y el Colegio España, ocupan estos espacios de lunes a viernes durante todo el día, lo que genera, además de malestar, una enorme congestión en las horas pick.

“Los fines de semana el sector es un vaso de leche, pero en la semana es un caos a causa de un problema que las instituciones no han sabido hacerse cargo. Acá hay jardines infantiles y los autos deben estacionarse arriba de la vereda porque no tienen espacio para dejar y traer a los niños”, enfatizó Calderón.

Un ejemplo de las complicaciones que trae esta situación, es lo que le tocó vivir a Alarcón “una docente se instaló justo a la salida de mi casa, bloqueándome el paso por lo que tuve que ir a la universidad a preguntar de quién era el auto y si podía moverlo para sacar el mío. Cosas como esas pasan con bastante frecuencia”, aseguró.

Tal como está hasta ahora, los vecinos afirman que ya han experimentados suficientes dolores de cabeza y temen que en un futuro, no tan lejano, comience a pasar locomoción colectiva. Por eso sin dudarlo, sostienen que el sector “no posee la infraestructura para que pasen los buses. Si la idea es ampliar la calzada a siete metros, no se cumplirá la norma del ancho de línea ni las aceras”, aclaró Calderón.

Consecuencias

La utilización de estos espacios como estacionamientos no sólo influye en el tiempo para desplazarse como le ocurre a Daisy Retamal que pasó de tardar cinco minutos de su casa a su lugar de trabajo a 40 desde que comenzaron las obras de la ciclovía. También se convierte en un potencial riesgo en caso de emergencias.

“Acá vive mucho adulto mayor y nos preocupa que si algún vecino llegase a tener un problema de salud, no pueda entrar la ambulancia o los bomberos en caso de un siniestro e incluso los camiones de basura”, expresó Silvia Díaz.

Conscientes de los riesgos, los vecinos no descartan dejar constancia de que advirtieron que la medida no es la correcta, mediante un recurso de protección. “Nosotros estamos de acuerdo con el desarrollo vial de la comuna, pero el mejoramiento de la calidad de vida de un sector no puede ir en desmedro de otro”, dijo Retamal.

Desde que comenzaron las obras de las ciclovías, el 24 de abril, que la calle Valentín Letelier pasó de ser una de doble vía para convertirse en una de entrada, lo que significa que las únicas opciones de salida del sector son por Urrutia Manzano y Nonguén. Esta última, al tener en la esquina con Roosevelt al Colegio España, se convierte en un cuello de boleta que limita aún más las opciones de los que viven en Lo Pequén.

Por eso los vecinos recalcaron una vez que las obras terminen, esperarán seis meses para la evaluar si los problemas continúan.

Medidas

Los residentes entregaron una carta al municipio firmada por 281 vecinos y que contenía observaciones a las modificaciones al Plan Regulador Comunal, entre ellas estaba que la calle Nonguén no sea considerada dentro de la viabilidad estructural de la ciudad y no se proyecte su conexión, además de cautelar la identidad propia del Barrio Lo Pequén.

En la sesión extraordinaria del pasado jueves, los concejales votaron las proposiciones y observaciones a las 13ª modificación del Plan Regulador realizada por los vecinos, que arrojó el resultado de siete a favor versus cuatro en contra. “La participación que exigimos no es un favor, es un derecho ciudadano. Nosotros estamos proponiendo soluciones”, afirmó Patricio Encina.

Ante los resultados de dicha sesión, el concejal Alex Iturra, aclaró que “todas las modificaciones que ellos plantean serán tomadas para un próximo llamado a modificar e intervenir el Plan Regulador”.

Lo que respecto a la preocupación de los vecinos a que se autorice el paso de buses por el sector, Iturra declaró que “hay sectores que están alejados de centro de la ciudad que sí esperan que algún día llegue la locomoción y hay otros que quieren cuidar el entorno. En esa materia puntual, nosotros no aprobamos la modificación que apuntaba a ese objetivo y esperamos que a futuro las autoridades que estén sigan manteniendo ese status quo que nosotros dejamos”.

A modo de síntesis, los vecinos consideran que lo del Plan Regulador es una “iniciativa absurda porque nos construyen por un lado una ciclovía para generar una nueva alternativa de transporte pero a la vez, nos aumentan la carga vial en calles que no están preparadas para eso”, mencionó Calderón. Por su parte, Silvia Díaz recalcó que “ni tres terremotos han destruido Lo Pequén, menos lo hará un Plan Regulador”.

Y qué dicen desde la municipalidad

Desde el municipio aclaran que la 13a modificación del Plan Regulador Comunal de Concepción proponen reemplazar en la Ordenanza Local del mismo, la fila correspondiente a la vía Nonguén con el fin de corregir la descripción de sus tramos. De esta forma, se mantiene la categoría de vía local. Lo que respecta a las calles de barrio Lo Pequén y la Virgen, éstas no están contempladas en la viabilidad estructurante del Plan Regulador y el presente proyecto no presenta modificaciones para ninguna de ellas.

Al mismo tiempo se enfatizó que la existencia de esa vía proyectada no significa que se vaya a construir y no existe en el municipio ningún proyecto en ese sentido, incluso el hecho de que se acogiera su planteamiento de volver al trazado original, que pasa por varios predios con distintos dueños, lo hace menos factible aún. Se precisó que las vías proyectadas en un plano regulador se establecen para que en eventuales proyectos de loteo o construcción se considere la delimitación de estas vías y la debida conexión con la trama de calles existentes.

En lo que respecta a los estacionamientos, aclararon que ese aspecto no era materia del proyecto de Modificación del Plan Regulador por lo tanto no fue sometido a pronunciamiento del Concejo Municipal. No obstante, es un tema que ha sido planteado en otras instancias y desde la Dirección de Tránsito se explicó que se plantea la necesidad de aplicar una encuesta para que se pronuncien formalmente todos los residentes, tarea que está en proceso de planificación, con un primer levantamiento de las viviendas existentes, determinándose que son 89 familias residentes.

Paralelamente, se ha hecho un acompañamiento y difusión para asesorar la constitución de una junta de vecinos cuya elección ya fue fijada para el 26 de agosto y así sea ésta la organización formal que canalice todas las inquietudes de los vecinos y vecinas.

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