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Seremi de Educación Sergio Camus responsabiliza a colegios por largas filas para matrícula

Por: Tania Merino 12 de Agosto 2017
Fotografía: Mineduc

Recién en 2019 se implementará en la Región del Bío Bío el sistema de ingreso que propone la ley de inclusión y y que comenzó a aplicarse de manera gradual en el país, primero en Magallanes y luego en las regiones de Tarapacá, Coquimbo, O’Higgins y Los Lagos. Por eso, explica el seremi de Educación, Sergio Camus, no es posible atribuir las largas filas que se han visto en los últimos días en el colegio Adventista de Talcahuano, a la puesta en marcha de la Ley de Inclusión.

Desde el domingo por la tarde los apoderados comenzaron a acampar en las cercanías del establecimiento a la espera del proceso de inscripciones que se inició el lunes y terminó el jueves, manteniéndose durante todo ese período la aglomeración de postulantes.

Para Camus, “lo que estamos viviendo es el legítimo interés de los padres por las distintas alternativas educacionales que se ofrecen y que bajo el régimen de gratuidad eliminan uno de los elementos de discriminación, como es el cobro del financiamiento compartido”.

Agregó que “si el sostenedor que oferta las vacantes de matrícula para el año 2018 condiciona o incluye como uno de los elementos que van a determinar la selección, el orden de llegada, si pone como exigencia para el llenado de cupos el quién llega primero, obviamente, la legítima preocupación de los padres por tener un cupo para el establecimiento educacional de su elección genera este tipo de situación”, argumentó.

Para Camus se trata claramente de una situación “que atenta contra la dignidad de los padres y apoderados”. El seremi llamó a las instituciones a utilizar mecanismos de selección ciegos, como el que propone la propia ley de inclusión.

No más filas

Desde Educación 2020, el investigador de política educativa, Felipe Coloma, explicó que el mecanismo propuesto por la nueva legislación tiene altos estándares internacionales y se asemeja a la actual fórmula que aplican las universidades para su proceso de admisión.

Esto es, las familias establecen prioridades de postulación en base a las primeras preferencias. Luego será un sistema computacional el que, en base a un algoritmo, asigne un establecimiento a cada niño.

“Este software se utilizó este año por primera vez en la Región de Magallanes y, de hecho, el 82% de las familias quedaron aceptadas en su primera o en su segunda opción, lo cual incluso son resultados mejores de lo esperado”.

Coloma explicó que los establecimientos, probablemente con buenas intenciones, decidieron adelantarse al término de los mecanismos de selección. “Están cometiendo un grave error porque decir que las vacantes es van a entregar por filas no sólo ya es un proceso de selección sino que además es contrario al sentido de la ley”.

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