Ciudad

Uso medicinal de marihuana en niños: “Esto es riesgo/ beneficio”

Por: Tania Merino 30 de Junio 2017
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Al igual que en fármacos, existe un listado de contraindicaciones que se informan al paciente a la hora de ser usados en caso de “uso medicinal”.

“La guerra contra la marihuana es una lucha perdida. Joven y consumo de marihuana es sinónimo”, dice el psiquiatra Pedro Canals a minutos de salir, revista Cáñamo en mano, en un seminario en que compartió podio junto a Ana María Gazmuri, reconocida activista en pro del uso medicinal de la cannabis y el abogado Renato Fuentealba.

Y no porque los estudiantes de la Universidad del Desarrollo, donde se llevó a cabo la actividad, se rieran cada vez que nombraba alguna variedad de marihuana genéticamente modificada para ser más poderosa, dando cuenta así de sus conocimientos de estas especies; sino porque desde su trabajo clínico ha observado una mayor demanda de tratamientos por adicción en jóvenes cada vez de más corta edad.

Canals dice que la experiencia muestra que a menor edad, mayor es el poder adictivo de la cannabis, y que puede incluso triplicarse. “Los tratamientos de adicción pueden durar 5 años (con costos de hasta $90 mil la sesión) y no garantizar efectividad”, reconoce el médico. En total, cerca del 60% logra resultados.

Uso medicinal

Por eso, advierte que el uso en medicamentos “es legítimo” y tiene que hacerse científicamente, es decir, con estudios de por medio, pero las estrategias que se tomen en materia de consumo recreacional deben ser otras y estar limitado, por ejemplo, a mayores de 18 años.

“Fumar antes de los 14 años provoca una posibilidad de psicopatología”, advierte. Asimismo, al igual que en el caso de los fármacos, existe un listado de contraindicaciones que se informan al paciente a la hora de ser usados, debería establecerse estos riesgos en el uso medicinal. “pero eso no existe, hay que hacerlo”.

Sin embargo, dice Ana María Gazmuri, el tratamiento del dolor a través de la cannabis es otra cosa y, aunque igualmente requiere de estudios, que la misma Fundación Daya se ha propuesto realizar, puede abrir una puerta a mejorar las condiciones de vida de un paciente afectado por una patología grave.

En términos de seguridad, la cannabis en su estado natural es una de las sustancias terapéuticamente activas más seguras conocidas, a diferencias de otras como el alcohol, aspirina, opiáceos, nicotina o cafeína. La marihuana, explica la actriz, no produce sobredosis fatales. “Se ha calculado que una dosis letal equivaldría a 30 mil veces la dosis habitual”.

Gazmuri, al igual que Canals fue enfática en señalar la necesidad de proteger a niños y jóvenes. “Sin minimizar eso es importante también revisar constantemente la evidencia disponible a fin de no exagerar y poner la atención en cosas que nos pueden distraer de verdaderos peligros”, argumenta.

Argumentos de Gazmuri

Con esto hace alusión, por ejemplo, a los resultados mostrados por el NeuroSpect, un sistema de tomografía cerebral más avanzado que la resonancia magnética y el scanner, que había planteado conclusiones alarmantes sobre el uso de la marihuana, en cuanto a una correlación entre el consumo en adolescentes y efectos nocivos en el funcionamiento cerebral. “Más tarde se determinó que estos efectos en realidad estaban más asociados al alcohol que al cannabis”, dice.

La activista alude al la explotación sensacionalista de algunos estudios. “El alcohol está muy por encima y es mucho más problemático. Comunicacionalmente a veces por esta estigmatización es lo que se ventila”, asegura.

Si bien es clara en rechazar el uso recreacional en menores de edad, Gazmuri sí destaca el uso medicinal que puede tener en niños, como en el caso de Lucas, el primer bebé que fue autorizado para el uso de aceite de cannabis para tratar una epilepsia. El niño comenzó a recibir el tratamiento a los 3 meses, de no ser por eso no hubiera sobrevivido, destaca.

“Esto es riesgo/beneficio, si tenemos un niño que está convulsionando 300 veces al día, que con cada convulsión pierde una cantidad de neuronas increíble, que tiene un daño neurológico, lógicamente que el potencial riesgo de que quizás en un futuro este uso precoz pueda eventualmente generar cinco puntos menos de CI es un argumento que no tiene validez. Las convulsiones son mucho más peligrosas que el cannabis”.

 

Etiquetas