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Cardiólogos acercan conocimiento de vanguardia a la atención primaria

Por: Diario Concepción 16 de Junio 2017
Fotografía: Creativa 5
Los especialistas de la Filial Concepción de la Sociedad Chilena de Cardiología realizaron jornadas de capacitación. 
La instancia fue organizada por la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, Sochicar, con apoyo del Ministerio de Salud Pública y el financiamiento de laboratorios y empresas relacionadas.
“Estamos bajando información de técnicas de avanzada en el ámbito tecnológico al nivel primario para que nuestros colegas que están viendo a sus pacientes en sus consultorios sepan que existen estas nuevas formas de tratamiento, estas nuevas alternativas, por ejemplo, para pacientes de muy avanzada edad, aumentando de manera importante sus posibilidades de sobrevida”, explica el Dr. Jorge Burnas sobre los objetivos de las XVIII Jornadas de Cardiología que se realizaron este jueves 15 y viernes 16 se realizaron en el Hotel Araucano en Concepción.
El objetivo primordial de la actividad -con más de 26 horas lectivas- es acercar el conocimiento cardiológico de vanguardia a la realidad actual de la atención primaria y a los profesionales de salud en formación.

Para esto se realizan una serie de charlas y capacitaciones en torno a los avances científicos y tecnológicos y los tratamientos más vanguardistas en esta área de la Salud, dirigidos a profesionales médicos, y por primera vez a enfermeras y kinesiólogos de consultorios del sector público.

En este contexto, este jueves, el Dr. Luis Pérez dará conocer detalles de la ténica TAVI que ha permitido salvar la vida de muchos pacientes que de otra forma no hubiesen podido ser operados.

TAVI (Transcatheter Aortic Valve Implantation) consiste en unimplante valvular aórtico transcatéter, quw se ha convertido en el tratamiento de elección para los pacientes con estenosis aórtica grave considerados inoperables.
“El implante valvular aórtico transcateter (TAVI) es la implantación de una nueva válvula, biológica, hecha con tejido pericárdico de cerdo o de bovino, sobre la válvula aórtica enferma del corazón del paciente. La gran ventaja que tiene esta técnica respecto de una cirugía convencional de que no tenemos que abrir el pecho, sino que llegamos a esa zona a través de catéteres puestos en la arteria femoral, por ejemplo, u otros accesos valculares”, explica Pérez.

“La estenosis valvular aórtica que es la estrechez de la válvula que el principal canal de salida de la sangre desde el corazón, es una enfermedad bastante frecuente, especialmente en los adultos mayores, y el tratamiento más recomendado para tratar esta enfermedad es una operación a corazón abierto en que se repara el daño y se instala una prótesis en esa parte del corazón. Sin embargo, hay un grupo de pacientes que están excluidos de ese procedimiento, porque son considerados muy de alto riesgo para una cirugía porque pueden tener otras enfermedades, por ejemplo, pulmonares, renales, u obesidad mórbida o que tenga un contraindicación para las cirugías”, detalla el especialista.

“Esta técnica es superior al tratamiento médico y su éxito ha sido tal que esta cirugía ya se está extendiendo también a los pacientes de menor riesgo, lo que nos indica que, seguramente a futuro todos los pacientes de estenosis valvular aórtica van a ser tratados con esta técnica y se va a evitar hacer cirugías convencionales abiertas.
Las limitantes de esto son de tipo económico, dado que sólo adquirir la válvula sale alrededor de $ 17 millones y no cuenta aún cobertura de los sistemas de salud. Es por esto que, en el Hospital Regional hemos implementado un proyecto hace un par de años que nos ha permitido implantar ya 17 válvulas. En general, es una intervención que mejora la calidad de vida de los pacientes de forma importante, con una recuperación muy rápida ya que a la 72 horas, los pacientes ya están de alta. Hemos privilegiado a pacientes mayores, pero también hemos operado a unos más jóvenes con otras complicaciones como obesidad mórbida, por ejemplo”, aseguró el cardiólogo intervencionista.
Éste es precisamente el caso de Benjamín Jara, obrero de la construcción de 61 años, paciente tratado con esta técnica que fue sometido a una intervención en marzo de este año, destacando la rapidez en su recuperación.
“Primero tuve problemas pulmonares por la influenza porcina en 2014, pero me encontraron este problema cardíaco y el médico que me atendía me derivó al Dr. Pérez, porque él podía operarme sin tener que abrirme el pecho, como lo habrían hecho. A mí no me podían hacer esa operación, era muy riesgoso.
Ahora que estoy recuperado del corazón, también me ha servido para mejorar el pulmón, cambió mi vida y espero volver a trabajar pronto a las obras, aunque espero volver de a poco, cuando me den el alta la primera semana de agosto. Mi familia también se dio cuenta del cambio. Ahora puedo caminar sin problemas y todo el tratamiento me permitió bajar mucho de peso, más de 40 kilos, superé mi obesidad mórbida”.
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