Si el hospital quiere ser el primero 100% digital de Chile, como dijo una vez su director, requerirá de ingenieros, técnicos y hasta sociólogos y antropólogos. Hoy existe una nueva relación entre el HGGB y las universidades.
Si el hospital quiere ser el primero 100% digital de Chile, como dijo una vez su director, requerirá de ingenieros, técnicos y hasta sociólogos y antropólogos. Hoy existe una nueva relación entre el HGGB y las universidades.
Tania Merino Macchiavello
tania.merino@diarioconcepcion.cl
Desde su origen el Hospital Clínico Regional de Concepción estuvo asociado a la actividad académica. De hecho nace formalmente en 1943, año en que la Universidad de Concepción cede dos edificios donde funcionaban las facultades de Leyes y Educación para su puesta en marcha.
En setenta años, la relación con la academia se hizo cada vez más estrecha, al punto que se debió regular la entrega de campos clínicos ante la alta demanda de cupos para los estudiantes. Pero increíblemente, en todas estas décadas, la vinculación se había mantenido confinada principalmente a las áreas de la salud y la investigación y no se había considerado que ingenieros de las distintas áreas, sociólogos y antropólogos, por ejemplo, podrían tener un rol tan relevante como el de médicos y enfermeros en la actividad diaria.
Hoy día que el hospital quiere automatizar sus procesos, resolver a través de tecnología temas de gestión alimentaria, de farmacias, lavandería, tener archivo digital, trabajar más ampliamente la telemedicina y capacitar al personal en atención remota de pacientes, entre otras ideas, estas áreas son claves y abren nichos a futuro.
Jaime Tapia, jefe del programa de Desarrollo Estratégico del Hospital Guillermo Grant Benavente, explica que fue a partir de la implementación del Nodo de la Salud, que se generó esta nueva apertura en la relación con los planteles.
Fue a partir de iniciativas como el Torneo Innova hospital, desarrollado por el Nodo, que desde el HGGB vieron como jóvenes creativos podrían aportar, por ejemplo, en desarrollar sistemas de optimización de la entrega de horas médicas o el desarrollo de fichas electrónicas. "Para nosotros la relación siempre fue desde las áreas de la salud y hoy se abren muchas nuevas oportunidades y tenemos que avanzar en ello", confirmó Tapia, quien además es jefe de Pediatría del recinto.
Este fin de semana, por ejemplo, participó como jurado con la Hackalot, algo así como una hackaton, pero dedicada al rubro de la salud. La iniciativa impulsada por la UDD, puso a alumnos de distintas carreras a buscar soluciones para problemas como generar un sistema de alerta temprana a la muerte súbita o el organizar el destino de los pacientes que ingresan a uno o más establecimientos o unidades de atención tras un accidente masivo o una catástrofe natural.
De ahí que se generaran proyectos, tales como, un detector de ingresos con lector de identidad o un dispositivo para recorrer los ductos de ventilación y limpiar el aire de virus que pudieran contribuir a la contaminación intrahospitalaria, entre otras múltiples propuestas.
Pablo González, académico de la UDD, comentó que "la oportunidad de juntar a equipos multidisciplinarios con expertos en áreas temáticas como en este caso la salud y con gente que quiere hacer cosas es lo que genera las soluciones de mañana a problemas reales".
Para Jaime Tapia "Hay muchas áreas desde las que las universidades pueden aportar y esto es una muestra". Agregó que más allá de lo hecho en la UDD que están trabajando paralelamente con los distintos representantes de la academia al interior del Nodo.
Con la Universidad de Concepción, por ejemplo, están en conversaciones para el desarrollo de un observatorio de la Salud y con la Católica de la Santísma Concepción tendrán un encuentro esta semana para contar esta experiencia y sumar nuevos creativos a la búsqueda de soluciones para el HGGB, en el contexto del primer Workshop de Informática Médica que se desarrollará en ese plantel el viernes .
También las Universidades San Sebastián, Del Bío Bío, y Técnica Federico Santa María (USM) están involucradas en este proceso. Desde la USM, por ejemplo, el ingeniero de proyectos Alex Zúñiga explicó que "el hospital tiene, además de una parte médica una parte industrial operativa a la que tiene mucho que aportar una universidad como la nuestra". Agregó que están trabajando en el diseño de un diagnóstico para el fortalecimiento de capital humano en áreas de mantenimiento y en la integración de alumnos del plantel en prácticas profesionales.
Tapia explica que esta nueva relación universidad – hospital podría influir también en la malla curricular de carreras que hasta hoy habían permanecido desvinculadas del sector. "Vemos interés de las universidades de poner en sus programas, en sus mallas curriculares, temas de salud que no están considerados, porque por ejemplo cuando sale un ingeniero en informática hay temas de salud que no maneja o el ingeniero industrial tampoco y ahí es donde vamos a empezar a trabajar", comentó el médico.