Señor Director:
Todas las encuestas dicen que los ciudadanos estamos cada vez más ignorantes y ajenos a la actividad política. No obstante, gracias a los propios protagonistas del sistema. Porque siempre promueven grandes objetivos en las campañas políticas y no metas claras. Como si las candidatos pudieran controlar el tiempo.
Para ser más explícito; en el mundo de la gestión siempre es posible conjugar lo más estable con lo imprevisible o con el azar para abordar las situaciones complejas, aunque siempre expuestas a algún margen de error. Esto es inevitable. Pero aquí estamos hablando de otra cosa. De lo que a la gente le gusta que le digan con tal de ser felices. Entonces los candidatos se apoyan en los sueños personales y en las causas colectivas sin mirar a qué precio o en que peldaños de la escaleras se encuentran.
Por eso no se explican planes, ni acciones, ni plazos. Además vivimos en un país democrático. Donde no sirve subestimar al adversario sin razón. Porque lo que se dijo ayer, también puede cambiar mañana.
Mario Reyes Saavedra