Señor Director:
Los más entendidos en política dan a lo menos tres razones de confianza que deberíamos tomar en cuenta en los candidatos presidenciales al momento de emitir nuestros votos. Fijarnos por ejemplo; en la sinceridad de sus discursos, en las competencias personales para abordar y gestionar los problemas colectivos y en la responsabilidad para aplicar las dinámicas correctas y oportunas en al “arte de gobernar”.
Creo que tienen toda la razón. Pero igual yo agregaría una cuarta. La experiencia en el ámbito administrativo y financiero. Porque no basta con creer en las ideas simplemente por ser nuevas sino que además de implicar costos deben ser claras y útiles para mejorar lo que hay que mejorar, para cambiar, o para desechar definitivamente lo irremediable. Pero siempre en beneficio de las mayorías y no al revés. Lo que pasa es que también hay promesas atractivas pero imposibles de hacerlas realidad. Entonces luego; o bien se culpa a los que están en la vereda política del frente, a las situaciones adversas o externas que se dan en la propia vida nacional. O se responsabiliza a nuestro propio nivel cultural por no adaptarnos a los cambios del mundo…etc. Pero nunca se reconocen los fracasos propios por llevar una gestión inapropiada.
Mario Reyes Saavedra
Barrio Norte – Concepción