Señor Director:
Siempre se ha dicho que la oportunidad hace al ladrón, pero a ello habría que agregar que el receptador o reducidor de robos incentiva a que el ladrón incremente sus fechorías. Sabido es que muchas veces personas inocentes compran especies robadas alucinadas por el precio, pero no saben que esa especie puede ser de una persona igual o más pobre que ella o que quizás el comprar un objeto robado le puede costar muy caro, primero perder lo pagado y segundo perder hasta quizás su libertad.
Los delincuentes roban objetos fáciles de reducir y que rápidamente le genere dinero, a veces lo hacen en el comercio formal pero mayormente en el comercio informal y es ahí donde cuentan con su principal apoyo. Las joyas rápidamente se transforman en metal y sujetos inescrupulosos a veces establecidos evitan llenar el formulario de compra y venta que es requerido por la PDI y sus detectives.
Últimamente la PDI ha detenido un gran número de reducidores, receptadores o avaladores del robo. En Santiago, detectives recuperaron grandes cantidades de especies de distinta índole y que hasta el momento ha posibilitado que más de veinte víctimas logren recuperar lo que le fue arrebatado.
No compre robos, ya que mañana puede ser usted el afectado.
Alberto Contreras Silva