Carta al director

Incentivos perversos

Por: Diario Concepción 01 de Agosto 2017

Señor Director:

Cuidemos la economía de mercado y pongamos bien los incentivos.

La vulneración masiva de los derechos de los consumidores, esta vez por parte de las distribuidoras eléctricas, ha dejado nuevamente en evidencia las debilidades y falencias de nuestra regulación. Esta situación debe llevarnos a la siguiente pregunta: ¿por qué las empresas se coluden y las monopólicas y no monopólicas abusan reiteradamente de los consumidores? La respuesta está en la simple racionalidad económica: resulta más eficiente para las empresas quebrantar la Ley que cumplirla.

Los incentivos de nuestra legislación están mal puestos e inducen a aquello. A las empresas no podemos pedirles que busquen el cielo, ellas tenderán naturalmente a incrementar sus ganancias. Si los beneficios económicos de vulnerar la Ley son cientos o miles de millones de pesos mayores a las multas, y las indemnizaciones de perjuicios a los consumidores prácticamente incobrables, ¿de qué podemos extrañarnos? Los incentivos por burlar la Ley durante años han sido perversos.

¿Qué cambios requiere nuestra legislación para que se acabe la fiesta de los abusos constantes?

Aquí, al menos hay tres medidas que se han incorporado con éxito en las legislaciones comparadas. En primer lugar, establecer multas disuasivas y no irrisorias. En segundo lugar, fortalecer a las asociaciones de consumidores, para que sea la sociedad civil y no sólo una agencia estatal la que fiscalizase la corrección del mercado. En tercer lugar, consagrar un procedimiento expedito de acciones colectivas con posibilidad de demandar el daño moral en las mismas. ¿Se imaginan como hubiese cambiado la relajada expresión de los directivos de Enel si tuviesen que indemnizar el sufrimiento causado a miles de familias en nuestra capital? El actuar de las empresas hubiese sido mucho más diligente.

 

Renzo Arata Mori

Profesor de Derechos del Consumidor, Unab

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