Carta al director

Primarias (primera parte)

Por: Diario Concepción 08 de Julio 2017

Señor Director:

Era de esperar. Luego del triunfo de Piñera en primaria, la derecha ha comenzado a desplegar todo su poder mediático y político, subida de bolsas incluida, para instalar la imagen de que su triunfo en Noviembre es ya un hecho.

Es claro, la derecha cuenta además con la incapacidad política de las direcciones de los partidos de la coalición gobernante y la alianza de hecho que ha logrado con el conservadurismo de la Nueva Mayoría. Tampoco se puede desconocer que, en los hechos, contribuyen también a generar la imagen de una correlación de fuerzas irreversiblemente favorable a la derecha, ciertos grupos juveniles emergentes que hacen política a través de las redes sociales que piensan y proclaman que la historia comienza con ellos.

El escenario que se ha montado entonces el día después de esta primaria era perfectamente previsible. Esta lamentable puesta en escena se comenzó a construir cuando la DC tomó la decisión de ir a la primera vuelta eludiendo la primaria. Claro, lamento sostenerlo porque soy un viejo socialista, la responsabilidad principal por este error recae en los miembros del CC de mi Partido cuando le cerraron el camino a Ricardo Lagos hacia la primaria.

Esta felonía montada por operadores políticos irresponsables pasará a la historia del partido de Allende como una de las bellacadas más condenables de su larga vida política. ¡Que distinto hubiera sido el cuadro si la NM hubiese estado presente en esta primaria!

Dicho esto, creo que la derecha se equivoca cuando celebra por anticipado un triunfo en noviembre. El resultado de esta primaria es bueno… pero no tanto.

Es verdad, Piñera puede refocilarse con los numerosos errores no forzados cometidos por las directivas de los Partidos democrático-progresistas o el gobierno, puede celebrar el que sectores conservadores de la Nueva Mayoría actúen como sus amanuenses o que políticos novatos de aires vanguardistas pretendan ser los únicos portadores de la verdad y den por fenecida a la Nueva Mayoría, etc Todo eso lo puede celebrar, pero lo que no puede celebrar con mucho entusiasmo es un resultado electoral que en la realidad vaticina incertidumbres. (Continuará…)

Dr. Ariel Ulloa

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